El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, recientemente investido para el período 2025-2031, declaró que su país, en alianza con Cuba y Nicaragua, se encuentra en preparación militar conjunta para enfrentar posibles amenazas externas y proteger su soberanía.
Durante la clausura del Festival Mundial Internacional Antifascista, Maduro enfatizó el compromiso de su gobierno con la defensa de la paz y la independencia nacional.
“Venezuela está preparándose junto a Cuba, Nicaragua y otros aliados estratégicos para, si fuera necesario, tomar las armas y garantizar el derecho a la paz, a la soberanía y a la defensa de nuestra historia como nación,” expresó el mandatario en un discurso enérgico.
Un llamado a la cooperación global
Maduro aprovechó su intervención para invitar a los países del mundo a unirse en una “gran alianza internacional”, similar a la que, en su opinión, permitió derrotar al fascismo durante la Segunda Guerra Mundial.
“El mundo necesita una coalición de naciones soberanas que trabajen juntas para preservar la paz y frenar las agresiones externas que amenazan la estabilidad global,” afirmó.
El presidente subrayó la importancia de fortalecer la cooperación entre países que comparten principios de autodeterminación y justicia social, destacando que esta alianza podría ser un bastión frente a lo que calificó como “intervenciones imperialistas”.
Respuesta internacional
Las declaraciones de Maduro han generado diversas reacciones a nivel internacional. Mientras algunos países aliados respaldaron el discurso como un mensaje de soberanía y unidad, sectores críticos lo interpretaron como una medida que podría incrementar las tensiones geopolíticas en la región.
La alianza militar entre Venezuela, Cuba y Nicaragua se presenta en un contexto de desafíos económicos y políticos para los tres países, marcados por sanciones internacionales y tensiones diplomáticas.
Contexto histórico
Este anuncio se alinea con una política de cooperación histórica entre las tres naciones, las cuales han mantenido estrechos lazos desde la llegada de gobiernos de izquierda en sus respectivos países. El discurso de Maduro marca un paso más hacia la consolidación de estas relaciones en un contexto de defensa y seguridad regional.
Con esta nueva estrategia, Venezuela reafirma su posición como un actor clave en el fortalecimiento de alianzas políticas y militares en América Latina, presentándose como un defensor de la soberanía y la autodeterminación frente a posibles amenazas externas.