Ni la lluvia logró apagar el espíritu festivo de Medellín, que en el séptimo día de la Feria de las Flores volvió a llenarse de color, música y tradición. Ciudadanos y visitantes, provenientes de diferentes regiones de Colombia y de países de todo el mundo, se sumaron a esta celebración que cada año une a la ciudad en un solo latir.

Las calles, parques y escenarios vibraron con presentaciones artísticas, desfiles y actividades culturales que reflejan la esencia de la feria: un evento cercano, gratuito y abierto para todos. El ambiente festivo se sintió en cada rincón, mostrando que la ciudad sabe acoger y compartir sus tradiciones con orgullo.

Aún restan tres días para seguir disfrutando de este encuentro que no solo celebra la belleza de las flores, sino también la calidez de su gente. Medellín demuestra que, cuando se une, florece con más fuerza que nunca.