Este 15 de septiembre de 2025, el gobierno de Estados Unidos anunció oficialmente que Colombia ha sido descertificada como país que coopera en la lucha contra el narcotráfico, decisión que sacude la relación bilateral y abre la puerta a eventuales sanciones económicas, comerciales y diplomáticas. El anuncio se hizo desde Washington en el marco del mecanismo conocido como Majors List, que evalúa anualmente a los principales países productores o de tránsito de drogas en el mundo.

De acuerdo con la administración estadounidense, los cultivos de coca y la producción de cocaína han alcanzado niveles históricos bajo la presidencia de Gustavo Petro. En su pronunciamiento, Washington afirmó que los intentos del gobierno colombiano por llegar a acuerdos con organizaciones armadas ilegales han agravado la crisis del narcotráfico.

La descertificación representa un revés diplomático significativo para Colombia. A partir de esta decisión, Estados Unidos podrá restringir la cooperación en inteligencia, asistencia militar, programas de erradicación y entrenamiento policial. No obstante, la medida no es absoluta. Washington informó que seguirá brindando asistencia económica y militar a las Fuerzas Armadas colombianas por razones de seguridad nacional, aplicando una exención que le permite mantener algunos apoyos.

El presidente Donald Trump advirtió que reconsiderará la designación si Colombia adopta medidas “más agresivas” para erradicar cultivos de coca, reducir la producción de cocaína y judicializar a quienes producen, trafican y se benefician del negocio.

Las consecuencias económicas pueden ser considerables. Colombia arriesga la pérdida de entre 400 y 500 millones de dólares anuales en ayuda estadounidense, recursos destinados a programas de seguridad, desarrollo rural y sustitución de cultivos ilícitos. La descertificación también podría dificultar la aprobación de créditos en organismos multilaterales como el Banco Mundial o el BID, al permitir que Estados Unidos vote en contra de estas operaciones.

Expertos en comercio y finanzas han advertido que la decisión incrementa la percepción de inestabilidad, lo que podría impactar la inversión extranjera en el país. Sin embargo, la exención aplicada por la Casa Blanca mantiene abierta la puerta para que Colombia y Estados Unidos negocien un nuevo esquema de cooperación antidrogas que evite mayores daños a la relación bilateral.