El debate por el nuevo régimen sancionatorio aduanero en Colombia comienza a generar inquietud entre empresarios y compradores habituales de plataformas digitales, ante los posibles efectos que tendría sobre el ingreso de mercancías al país. La propuesta, que avanza en el Congreso con el objetivo de evitar un vacío normativo antes de junio de 2026, plantea modificaciones que podrían transformar de manera sustancial la forma en que se realizan compras internacionales de bajo valor.

Uno de los puntos que más preocupación despierta es la eliminación de la exención del IVA para envíos inferiores a 200 dólares, un beneficio que durante años facilitó el comercio electrónico transfronterizo y permitió a miles de colombianos acceder a productos a precios competitivos. Con el nuevo esquema, estos envíos quedarían sujetos al cobro de impuestos y aranceles, lo que encarecería las compras y podría provocar retrasos o incluso la retención de paquetes en las aduanas.

Además del impacto económico, el proyecto introduce un régimen más estricto de control y sanción que, según expertos, podría derivar en que ciertos envíos sean considerados irregulares o no cumplan con los nuevos requisitos para su nacionalización. Esto abriría la puerta a decomisos, procesos sancionatorios y mayores trámites para los usuarios finales, quienes hoy realizan este tipo de compras de manera ágil y simplificada.

El sector empresarial también observa con cautela la iniciativa, pues advierte que un aumento en los costos y en la carga regulatoria podría afectar la competitividad del comercio formal y alterar las dinámas de importación, especialmente para pequeñas y medianas empresas que utilizan el comercio electrónico como canal de abastecimiento.

Mientras el proyecto continúa su trámite legislativo, crece la expectativa sobre el alcance real de las medidas y su impacto en millones de consumidores. De aprobarse el nuevo régimen, el comercio digital internacional en Colombia enfrentaría un cambio de reglas que podría redefinir hábitos de compra, precios y tiempos de entrega, en un escenario que aún genera más preguntas que certezas.