En un contundente pronunciamiento durante la apertura del Consejo de Ministros, el presidente Gustavo Petro calificó como “una muerte dantesca” el asesinato de tres integrantes de la comunidad indígena Awa, entre ellos el líder Luis Aurelio Araujo Hernández, defensor de derechos humanos, ocurrido en zona rural del municipio de Ricaurte, Nariño. El jefe de Estado atribuyó directamente la autoría del crimen a un grupo del Ejército de Liberación Nacional (Eln) que opera en esa región fronteriza con Ecuador.
“Han asesinado a varios líderes indígenas Awa en el litoral pacífico de Nariño. Acaban de matar a Luis Aurelio Araujo y a sus escoltas indígenas, quienes también estaban vinculados a la Unidad Nacional de Protección. La muerte de los tres en su carro fue absolutamente bárbara, dantesca. Lo realizó un grupo del Eln, el mismo del Catatumbo que ahora también actúa en esa zona”, aseguró el mandatario en su intervención televisada.
Petro ordenó al ministro de Defensa, Pedro Sánchez, desplegar inmediatamente tropas del Ejército para tomar control de la zona y proteger a las comunidades indígenas. “Ahora hay que ir a esta zona, ministro, y se la toma, respetando la cultura indígena. Pero aquí el Eln no va a matar más indígenas. Desde la frontera con Ecuador del Río Mataje, hasta la primera ciudad, el Ejército se toma la zona”, instruyó con firmeza.
El presidente también arremetió verbalmente contra el accionar del grupo armado ilegal, señalando que sus actos contradicen cualquier discurso de paz. “¿Por qué pasa esto? Habla el Eln: La paz de los cadáveres, la paz de los sepulcros. Malditos. Con la sangre indígena no se juega, porque son ancestros de toda Colombia”, dijo visiblemente indignado.
Según explicó Petro, en la zona donde ocurrió el crimen existe un complejo panorama de violencia motivado por conflictos interétnicos, disputas por tierras y la presencia de economías ilegales como el narcotráfico. “Que las tierras ricas se las apropiaron los señores feudales de Colombia, ha hecho de este uno de los países más difíciles del mundo. Hace que muchas etnias pobres, negras, indígenas, mestizas, luchen entre ellos mismos por tierra”, advirtió.
El mandatario sostuvo que el Eln estaría utilizando ese conflicto interétnico como una estrategia para tomar control del territorio, afirmando que “de revolución, ya ni el recuerdo”.
La comunidad Awa y organizaciones defensoras de derechos humanos han exigido justicia y garantías de seguridad tras este nuevo episodio de violencia. Petro concluyó su intervención expresando sus condolencias a los familiares de las víctimas y calificó el hecho como un crimen de lesa humanidad.
La situación en Ricaurte vuelve a encender las alertas sobre la fragilidad del proceso de paz con el Eln y el recrudecimiento del conflicto en regiones donde las comunidades indígenas continúan siendo las más golpeadas por la violencia armada. El Gobierno anunció que reforzará su presencia institucional en la zona y avanzará con la investigación para dar con los responsables.