El presidente Gustavo Petro reconoció que la grave crisis en la región del Catatumbo, marcada por la violencia entre el ELN y las disidencias de las Farc que ha dejado más de 80 muertos, evidencia un profundo “fracaso de la nación”. Durante la presentación de la Línea Anticorrupción 157, Petro calificó esta situación como “uno de los hechos más dramáticos de la historia contemporánea” de Colombia.
“La situación del Catatumbo enseña (…) uno aprende también de los fracasos, y allí hay un fracaso de la nación”, afirmó el mandatario, destacando que esta crisis refleja un desafío mayúsculo para el país.
La Defensoría del Pueblo había advertido desde el 15 de noviembre sobre el alto riesgo para la población civil en esta región del departamento de Norte de Santander, debido a la presencia y amenazas de grupos armados ilegales. Desde el pasado jueves, el enfrentamiento entre el ELN y el Frente 33 de las disidencias de las Farc ha generado una crisis humanitaria que ha dejado a 22.570 personas desplazadas, quienes ahora se refugian en albergues de municipios como Ocaña, Hacarí, Cúcuta, Tibú, Teorama, San Calixto, Convención y Ábrego.
Petro señaló que el ELN ha fortalecido su presencia en el Catatumbo con combatientes provenientes de Arauca, cuestionando la falta de información por parte de las autoridades militares y policiales sobre este significativo movimiento de guerrilleros. “¿Por qué el ELN hoy, a pocos meses de ser muy débil militarmente hablando, es fuerte? Eso tiene unas respuestas que deberíamos ahondar”, manifestó Petro, acusando al grupo armado de cambiar “revolución por codicia”.
Sobre las cifras de víctimas, el presidente indicó que los datos aún son inciertos. Según él, “hay más rumor que datos” y el Gobierno no cuenta con cifras exactas de los muertos en el conflicto. Mientras que las morgues reportan 32 fallecidos, Petro reconoció que muchas zonas afectadas siguen siendo inaccesibles.
Actualmente, el Ejército se encuentra distribuyendo ayuda humanitaria y rescatando a líderes sociales perseguidos por el ELN. En respuesta a la crisis, Petro decidió suspender los diálogos de paz con esa guerrilla y anunció la implementación de medidas excepcionales como el estado de conmoción interior y la emergencia económica, decisiones que han sido objeto de debate por su alcance y efectividad.
