La región del Catatumbo, en Norte de Santander, atraviesa una de las peores crisis humanitarias de los últimos años debido a la confrontación armada entre el ELN y el Frente 33 de las disidencias de las Farc, grupo que actualmente está en proceso de paz con el Gobierno Nacional. Esta escalada de violencia ha dejado al menos 11.000 personas desplazadas y cerca de 80 muertos.

En este contexto, Antonio García, máximo comandante del ELN, publicó una columna de opinión titulada “Una Explicación Necesaria”, donde expuso su perspectiva sobre la situación. En su escrito, García aseguró que el ELN no tiene como política atacar a firmantes de paz ni a civiles. Según él, la crisis actual es consecuencia de una estrategia de paz centrada exclusivamente en la desmovilización y el rearme, lo que, según su interpretación, ha perpetuado un ciclo de violencia.

Acusaciones contra el Gobierno y el Comisionado de Paz

El comandante del ELN también señaló que las Fuerzas Militares han recibido instrucciones para atacar a su grupo mientras brindan apoyo a las disidencias de las Farc en la región del Catatumbo. García acusó directamente al Comisionado de Paz, Otty Patiño, de estar involucrado en estas directrices, afirmando que actúa más como un “mando militar” que como un facilitador del diálogo.

“En estas directrices participa directamente Otty Patiño, quien desde hace tiempo viene oficiando más como mando militar que como Comisionado de Paz, pues dentro de sus directrices predilectas está ordenar dar de baja a integrantes del Comando Central”, señaló García.

El asesinato de una familia como detonante

Según Antonio García, el asesinato de Miguel Ángel López, su esposa Zulay Durán Pacheco y su hijo fue utilizado para inculpar al ELN y exacerbar las tensiones en la región. Calificó el hecho como un acto vil que busca deslegitimar a su organización.

Suspensión del proceso de paz

El Gobierno Nacional, encabezado por el presidente Gustavo Petro, decidió suspender el proceso de paz con el ELN a raíz de la crisis en el Catatumbo. Esta decisión permite la reactivación de operaciones militares, dado que no existen en la actualidad ni cese al fuego ni espacios de diálogo con esta guerrilla.

La situación en el Catatumbo continúa siendo crítica, con miles de personas desplazadas y una creciente incertidumbre sobre el futuro de los esfuerzos de paz en Colombia. Mientras tanto, las acusaciones entre el Gobierno y el ELN complican aún más la posibilidad de encontrar una solución pacífica al conflicto en la región.