El presidente Gustavo Petro y el Centro Democrático, liderado por el expresidente Álvaro Uribe, protagonizan un nuevo enfrentamiento político tras el hundimiento de la reforma tributaria impulsada por el Gobierno. El debate incluye la reciente fijación del aumento del salario mínimo para 2025, establecido en un 9,54 %, y las implicaciones económicas para empresas y trabajadores.
El planteamiento de Uribe
El expresidente Álvaro Uribe expresó su posición respecto al salario mínimo, señalando que un incremento significativo solo puede garantizarse bajo ciertas condiciones. “Una remuneración alta solo es sostenible si las empresas tienen impuestos reducidos, normas laborales menos rígidas y gobiernos austeros que promuevan la iniciativa privada,” afirmó.
Además, Uribe insistió en que las políticas actuales del Gobierno afectan directamente la competitividad y el entorno empresarial, especialmente para las pequeñas y medianas empresas.
Respuesta de Petro
El presidente Petro no tardó en responder, acusando al Centro Democrático de haber sido responsable del hundimiento de la reforma tributaria, una iniciativa que, según el mandatario, pretendía reducir el impuesto de renta de las empresas del 35 % al 30 %.
Petro destacó que la reforma buscaba aliviar las cargas fiscales para promover el crecimiento económico, pero aseguró que la oposición del uribismo impidió su aprobación.
Argumentos del Centro Democrático
El partido Centro Democrático justificó su rechazo a la reforma, calificándola como perjudicial para el tejido empresarial del país. “El proyecto intentaba eliminar el Régimen Simple, una herramienta que ha permitido formalizar más de 100.000 pequeños negocios y que hoy recauda cerca de 3 billones de pesos,” argumentó la bancada.
Adicionalmente, señalaron que la reforma incluía medidas regresivas, como el aumento de impuestos sobre las ganancias ocasionales del 15 % al 20 % y un incremento desproporcionado en los gravámenes a los dividendos.
También destacaron que la propuesta pretendía triplicar el impuesto al carbono, lo que, según ellos, encarecería combustibles, servicios públicos, tiquetes aéreos y energía, afectando directamente el costo de vida de las familias colombianas.
Críticas al modelo económico
El Centro Democrático advirtió que la reforma tributaria del Gobierno no solo desincentivaba la inversión, sino que también amenazaba la sostenibilidad económica de los hogares. Propusieron desmontar la reforma tributaria aprobada en 2022, eliminando impuestos como el del patrimonio para fomentar el emprendimiento y la competitividad.
“Aunque prometía bajar la renta corporativa, el impacto negativo sobre otros sectores hacía que esta iniciativa fuera inviable. En lugar de fortalecer el tejido productivo, consolidaba un modelo que desincentiva la inversión,” concluyó el partido.
Un debate sin solución clara
Este enfrentamiento refleja la creciente polarización entre el Gobierno y la oposición, con visiones contrapuestas sobre cómo abordar los retos económicos del país. Mientras Petro defiende sus políticas como herramientas para la equidad y el crecimiento, el uribismo aboga por medidas que prioricen la competitividad empresarial y la sostenibilidad fiscal.
El debate sobre el salario mínimo y las reformas tributarias continuará siendo un tema clave en la agenda política nacional, con implicaciones directas para millones de colombianos.