Una profunda conmoción causó en el Atlántico la muerte de Carlos Miguel Salas Cantillo, un joven ingeniero civil de 22 años, quien perdió la vida de manera repentina la mañana de este viernes mientras se desplazaba en un bus de servicio urbano rumbo a su trabajo en Barranquilla.

El lamentable hecho ocurrió en la vía que conecta el barrio Las Flores con el corregimiento de La Playa, a la altura de una de las entradas al Ecoparque Ciénaga de Mallorquín. De acuerdo con la información conocida, el joven había salido desde el municipio de Santo Tomás cuando, durante el trayecto, recibió una llamada telefónica que cambiaría por completo el rumbo de su día.

En esa comunicación, Carlos Miguel fue informado del fallecimiento de su abuelo paterno, quien llevaba su mismo nombre y se encontraba hospitalizado desde hacía varios días debido a una isquemia. La noticia habría impactado de manera severa al joven, quien minutos después comenzó a manifestar un fuerte dolor en el pecho dentro del vehículo.

Testigos relataron que los pasajeros, al notar su estado, intentaron auxiliarlo de inmediato y solicitaron detener el bus para bajarlo y prestarle ayuda. Sin embargo, pese a los esfuerzos, el joven se desplomó en plena vía.

Al lugar llegaron paramédicos que confirmaron que Carlos Miguel ya no presentaba signos vitales. Posteriormente, personal de una funeraria realizó el levantamiento del cuerpo.

La inesperada muerte del joven profesional ha generado tristeza y consternación entre familiares, amigos y conocidos, quienes lo recuerdan como un muchacho trabajador, dedicado y con un futuro prometedor que se apagó de forma repentina en medio de una dolorosa circunstancia familiar.