El presidente Gustavo Petro elevó este domingo un llamado directo a la Unión Europea para intervenir en la crisis aérea que enfrenta la región, luego de que el gobierno de Estados Unidos anunciara que el espacio aéreo venezolano estaría cerrado “en su totalidad”. La advertencia, realizada por Donald Trump a través de sus redes sociales, encendió las alarmas diplomáticas y generó incertidumbre sobre la movilidad aérea en el continente.

Petro, a través de un mensaje en X, pidió a la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) una reunión urgente para revisar lo que calificó como un cierre “totalmente ilegal”. Además, solicitó que la Unión Europea exija restablecer las rutas con Venezuela o, en su defecto, sancione a las aerolíneas que suspendan sus operaciones. El mandatario reiteró su rechazo a la medida estadounidense y defendió la importancia de preservar los acuerdos internacionales que rigen el tráfico aéreo.

Aunque Petro mencionó un acuerdo entre la UE y regiones de América Latina, no ofreció detalles adicionales. Recientemente, en Santa Marta, la UE y la CELAC firmaron una declaración conjunta centrada en cooperación birregional, defensa del derecho internacional y lucha contra el narcotráfico, elementos que enmarcarían la postura del Gobierno colombiano.

El mensaje de Trump, emitido el sábado, incluyó una prohibición dirigida a “todas las aerolíneas, pilotos, narcotraficantes y traficantes de personas”, reforzando la tensión sobre los vuelos hacia o sobre territorio venezolano. A pesar de esto, aerolíneas como Copa Airlines, Wingo, Boliviana de Aviación, Satena, Avior y Conviasa operaron con normalidad durante el fin de semana, manteniendo sus itinerarios sin modificaciones.

La situación también está marcada por una alerta emitida por la Administración Federal de Aviación (FAA) de Estados Unidos el pasado 21 de noviembre, en la que recomendó a las aeronaves “extremar la precaución” al sobrevolar Venezuela y el sur del Caribe, argumentando riesgos significativos para la seguridad aérea.

Mientras la tensión aumenta, la región espera definiciones claras de los organismos internacionales y de las autoridades aeronáuticas, en un escenario donde la diplomacia y la conectividad regional vuelven a estar en el centro del debate.