Desde su visita oficial a China, el presidente Gustavo Petro defendió públicamente la decisión de su Gobierno de otorgar asilo al expresidente panameño Ricardo Martinelli, condenado en su país a más de 10 años de prisión por su vinculación en el escándalo de sobornos de Odebrecht.

Petro argumentó que el asilo político es un derecho universal y que Colombia debe ser un lugar de protección sin distinciones ideológicas. “El asilo es un derecho universal. No importa que sean de derecha, no importa que sean de izquierda, o que sean poetas, políticos o perseguidos. Le dimos asilo político, incluso doble nacionalidad, a perseguidos de Ortega en Nicaragua”, declaró el jefe de Estado.

Durante su pronunciamiento, el mandatario reiteró su visión de Colombia como un territorio que históricamente ha sido refugio para quienes enfrentan persecución política. “Colombia debe ser como lo fue Panamá, un sitio de refugio, de libertad y de libre expresión”, señaló.

Además, aprovechó para lanzar una propuesta de integración regional, evocando la historia común entre Colombia y Panamá. “Panamá y Colombia deben asociarse. Quizás ya no seamos una misma nación como antaño, pero bien podemos plantearnos una confederación de naciones que sea capaz de aprovechar con soberanía su posición en la geografía y en la historia”, añadió Petro.

La llegada de Ricardo Martinelli a territorio colombiano se conoció el sábado 10 de mayo, luego de que el Ministerio de Relaciones Exteriores de Panamá confirmara que Colombia, bajo el Gobierno de Petro, avaló la solicitud de asilo presentada por el exmandatario panameño, quien fue condenado por lavado de dinero en el marco del caso conocido como “New Business”, vinculado a los sobornos de la constructora Odebrecht.

La decisión del Gobierno colombiano ha generado reacciones encontradas en sectores diplomáticos y políticos de América Latina, mientras se espera la evolución del caso en el ámbito internacional.