El papa Francisco recibirá el alta médica este 23 de marzo, según confirmó su equipo de especialistas, tras permanecer en observación por complicaciones de salud. No obstante, el sumo pontífice continuará en un periodo de “alta protegida”, lo que implica dos meses de reposo supervisado.

De acuerdo con los médicos, durante este tiempo el papa deberá evitar audiencias con grupos de fieles y reducir su agenda pública para permitir una recuperación óptima.

“El estado de salud del Santo Padre ha evolucionado favorablemente, lo que permite su regreso a la residencia vaticana. Sin embargo, se ha recomendado un periodo adecuado de descanso y monitoreo médico para asegurar su plena recuperación”, señala el comunicado oficial del Vaticano.

El papa Francisco, de 87 años, ha enfrentado diversos problemas de salud en los últimos meses, por lo que esta decisión busca garantizar su estabilidad. Aunque continuará con algunas actividades de despacho y encuentros privados, se espera que sus apariciones públicas sean restringidas hasta completar su convalecencia.

Desde el Vaticano, se ha solicitado a los fieles mantenerlo en sus oraciones y respetar las recomendaciones médicas para su pronta recuperación.