Irlanda puso en marcha una de las iniciativas más llamativas de Europa para enfrentar la despoblación de sus islas remotas: un apoyo económico que puede alcanzar los 84.000 euros para quienes decidan mudarse y rehabilitar viviendas en mal estado. La estrategia hace parte del plan estatal Our Living Islands, diseñado para revivir comunidades que durante décadas han visto cómo sus habitantes se marchan y sus casas quedan vacías.

Aunque la propuesta se viralizó como un “pago por mudarse a una isla”, el Gobierno aclaró que el beneficio no funciona como un incentivo directo por vivir allí, sino como un subsidio destinado exclusivamente a reparar y reconstruir viviendas abandonadas. El objetivo es devolverles vida a estos territorios mediante población permanente y no solo visitantes temporales.

¿Qué cubre realmente este subsidio?

El programa está dirigido a viviendas construidas antes de 1993 que lleven al menos dos años desocupadas. El dinero puede utilizarse para reparar techos, estabilizar estructuras, renovar instalaciones eléctricas o adecuar espacios dañados. No incluye gastos de mobiliario, decoración ni proyectos orientados al turismo.

Cualquier persona, incluyendo extranjeros, puede aplicar siempre y cuando cumpla los requisitos migratorios del país. Sin embargo, recibir el subsidio no otorga permisos de residencia. La vivienda debe ser usada como hogar principal o como alquiler de larga duración; no está permitida su explotación como alojamiento turístico de corta estadía.

Islas que buscan recuperar su población

Varias islas irlandesas cuentan hoy con comunidades de apenas unas decenas de habitantes y servicios limitados. Para evitar su desaparición, el plan incluye no solo la restauración de inmuebles, sino inversiones en infraestructura, transporte, conectividad y servicios públicos, con el propósito de atraer familias y profesionales que deseen un estilo de vida más tranquilo y cercano al mar.

¿Es una oportunidad real?

El programa resulta atractivo para quienes buscan una vida pacífica y lejos del ritmo urbano. Sin embargo, restaurar una vivienda antigua implica tiempo, presupuesto, permisos y adaptación a entornos donde el clima o la movilidad pueden representar desafíos. Aun así, el Gobierno confía en que personas motivadas por un cambio vean en esta iniciativa una puerta abierta hacia un nuevo comienzo.

¿Cómo aplicar al programa? Aquí, el paso a paso:

1. Verificar la elegibilidad de la vivienda
Debe haber estado desocupada por al menos dos años y cumplir con el año de construcción exigido.

2. Contactar a la autoridad local
La oficina correspondiente confirma la elegibilidad y entrega el formulario de solicitud.

3. Preparar un presupuesto de obra
Se recomienda pedir cotizaciones a contratistas y definir las reparaciones necesarias.

4. Reunir la documentación requerida
Prueba de propiedad o contrato de compra, fotos del estado actual, evidencia de vacancia, identificación y presupuesto detallado.

5. Presentar la solicitud
El formulario y documentos son enviados para revisión.

6. Permitir la inspección técnica
Un inspector verificará las condiciones de la casa y los trabajos propuestos.

7. Iniciar las obras tras la aprobación
Las facturas deben conservarse para el proceso de desembolso.

8. Solicitar el pago del subsidio
La autoridad local realiza una inspección final y procesa el desembolso.

9. Cumplir con el uso obligatorio del inmueble
La casa debe convertirse en vivienda principal o destinarse a alquiler por periodos prolongados.

Esta apuesta de Irlanda busca no solo rescatar viviendas en deterioro, sino reactivar comunidades que luchan por sobrevivir y abrir nuevas oportunidades para quienes buscan empezar de nuevo lejos del bullicio urbano.