PUBLICIDAD

Gerardo Vecino creyó estar en peligro y su llamado a seguridad terminó en tragedia en Puerto Colombia

Un grave y confuso hecho de violencia sacudió la madrugada de este miércoles a un exclusivo sector residencial del municipio de Puerto Colombia, luego de que una mujer resultara herida de bala en la cabeza tras un incidente protagonizado por vigilantes de un conjunto residencial. La víctima, identificada como una docente pensionada, permanece en estado crítico en un centro asistencial.

De acuerdo con versiones preliminares, el incidente se originó cuando el empresario Gerardo Vecino, residente del sector, se sintió intimidado por una camioneta Duster que lo siguió durante varios minutos después de haberla rebasado en la vía. Presumiendo un posible atentado en su contra, el empresario alertó a los vigilantes de su residencia privada.

Al llegar a la portería del conjunto, el personal de seguridad abrió fuego contra el vehículo sospechoso, impactando a la mujer que se encontraba en su interior. La inspección realizada por las autoridades descartó la presencia de armas en el vehículo y reveló que sus ocupantes se encontraban en estado de embriaguez avanzado al momento de los hechos.

La Policía Metropolitana de Barranquilla asumió la investigación del caso, que ha generado indignación y preocupación entre los habitantes del sector. “El señor Vecino presumía que iban a atentar contra él y por eso advirtió a los vigilantes”, explicó uno de los oficiales a cargo del operativo. A los guardias involucrados se les incautaron dos revólveres calibre 38 largo, que fueron puestos a disposición de las autoridades competentes.

Aunque se descartó que se tratara de un ataque dirigido contra el empresario, la situación ha puesto en tela de juicio los protocolos de actuación de los cuerpos de vigilancia privada, especialmente en zonas residenciales donde el temor y la percepción de inseguridad podrían estar provocando reacciones desproporcionadas.

Vecinos del conjunto y de otros sectores aledaños exigen una revisión urgente de las medidas de seguridad, así como mayor capacitación para el personal encargado de proteger a las comunidades, evitando así que hechos de este tipo se repitan con consecuencias trágicas.

La investigación continúa para establecer con claridad las responsabilidades y determinar si el uso de la fuerza fue justificado, mientras la mujer herida lucha por su vida en una clínica de la ciudad.