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FENALCO lanza dura crítica contra el paro nacional y denuncia que es una cortina de humo para tapar la corrupción

En un pronunciamiento contundente, la Federación Nacional de Comerciantes Empresarios (FENALCO) rechazó la convocatoria al paro nacional del 26 de mayo, calificándolo como un acto de presión inaceptable contra el Congreso de la República y una maniobra política para desviar la atención de los escándalos de corrupción que rodean al Gobierno y a congresistas del Pacto Histórico.

Según Jaime Alberto Cabal, presidente del gremio, este paro no representa una protesta legítima de los trabajadores, sino una estrategia incoherente protagonizada, en su mayoría, por funcionarios públicos, contratistas del Estado y miembros de la Minga indígena, sectores que, afirma, “no se verán afectados por una reforma laboral pensada exclusivamente para el sector privado”.

“Resulta especialmente grave que se pretenda coaccionar al Congreso para que apruebe una consulta popular que pone en riesgo miles de empleos formales y cierra oportunidades para quienes buscan trabajo”, manifestó Cabal. Asimismo, cuestionó que las movilizaciones se realicen en días laborales, lo cual afecta el comercio, interrumpe la actividad económica y perjudica a trabajadores y empresarios.

En su comunicado, FENALCO denunció la falta de respuestas frente a las denuncias de clientelismo y uso indebido de recursos públicos, especialmente en el caso del SENA, donde los escándalos por el reparto político de cargos y contratos aún no han sido esclarecidos ni sancionados. “El país necesita respuestas, no desvíos de atención con movilizaciones políticas”, advirtió el dirigente gremial.

Para Cabal, “el Pacto Histórico y sus aliados no pueden exigir respaldo ciudadano mientras dan un pésimo ejemplo de ética pública y transparencia”, por lo que insistió en que la defensa de las reformas debe hacerse con diálogo, no con imposiciones ni chantajes políticos.

El presidente de FENALCO finalizó su intervención reafirmando el derecho de los colombianos a la protesta, siempre y cuando se ejerza de forma pacífica, respetando la institucionalidad y sin perjudicar el trabajo de millones de ciudadanos.

“Hoy más que nunca, el país necesita sensatez, diálogo y responsabilidad. Los paros y la confrontación no son el camino”, concluyó.