La relación bilateral entre Colombia y Estados Unidos en materia de seguridad y combate al narcotráfico sigue siendo un pilar clave de cooperación, respaldada por convenios recientes que garantizan su continuidad. Según el analista Javier Leonardo Garay, profesor e investigador de la Universidad Externado, esta relación se mantiene sólida gracias a una institucionalidad que trasciende los cambios de gobierno.
Estabilidad en la cooperación bilateral
Garay destaca que la cooperación entre ambos países se basa en acuerdos institucionales que aseguran estabilidad y continuidad. “Esta institucionalidad permite que la colaboración se mantenga operativa, incluso con posibles diferencias políticas entre los gobiernos de turno”, explicó el analista. Sin embargo, advierte que el enfoque del nuevo gobierno estadounidense, liderado por Donald Trump, podría generar tensiones con la administración de Gustavo Petro, particularmente en la manera de abordar el problema de las drogas ilícitas.
Acuerdos recientes
En diciembre de 2024, la Embajada de Estados Unidos en Bogotá y la Policía Nacional de Colombia firmaron tres acuerdos clave, con una inversión superior a los 53 millones de dólares. Estos acuerdos se centran en:
- Capacitación policial: Renovación de un programa de cinco años para fortalecer las capacidades operativas de los uniformados colombianos.
- Lucha contra los delitos financieros: Un enfoque para desarticular redes que financian actividades ilícitas.
- Combate al narcotráfico y el crimen organizado: Iniciativas que buscan reducir la oferta de drogas y golpear las estructuras criminales transnacionales.
Retos ante el cambio de gobierno en EEUU
Garay señala que la administración de Trump podría revisar los flujos de cooperación internacional, lo que genera incertidumbre sobre el futuro de la ayuda económica en áreas como seguridad, desarrollo rural y protección ambiental. “Aunque durante la campaña se mencionó la posibilidad de reducir la cooperación, es poco probable que esto afecte significativamente el ámbito de seguridad, que representa un interés estratégico para Estados Unidos”, apuntó.
Un compromiso a largo plazo
Desde julio de 2024, ambos países acordaron una estrategia conjunta para reducir la oferta de drogas y promover el desarrollo integral en las zonas más afectadas por el conflicto y el narcotráfico. Esta estrategia también incluye fortalecer la presencia institucional, garantizar la seguridad rural y proteger el medio ambiente.
El analista concluyó que, a pesar de los posibles roces políticos, la cooperación en seguridad seguirá siendo prioritaria debido a los intereses compartidos de ambas naciones. “Es una relación que, aunque puede enfrentar retos, está cimentada en objetivos comunes y acuerdos sólidos”, enfatizó Garay.
Esta renovada alianza refuerza el compromiso de Colombia y Estados Unidos en la lucha contra el crimen trasnacional y el narcotráfico, factores esenciales para garantizar la estabilidad y el desarrollo en la región.
