La Asociación Colombiana de Controladores Aéreos encendió las alarmas sobre una serie de fallas técnicas que comprometen la seguridad y la operatividad en varios aeropuertos del país. En una carta enviada al presidente Gustavo Petro, el gremio advirtió que los sistemas de navegación, comunicación y aterrizaje presentan deterioros graves que, pese a las reiteradas advertencias, no han sido atendidos por las autoridades competentes.
Según el documento, fechado el 1 de septiembre, más de 20 terminales aéreas registran deficiencias en frecuencias aeronáuticas, fallas en radares, problemas en equipos de comunicación y limitaciones operacionales por escasez de personal especializado. También señalan la inoperancia de costosos sistemas adquiridos recientemente, como el radar de superficie del aeropuerto El Dorado, que presenta dificultades para operar en condiciones de baja visibilidad debido a deficiencias técnicas sin corregir.
“Han pasado 45 días desde que enviamos el primer oficio y las condiciones siguen sin resolverse. Durante septiembre y octubre los problemas se han mantenido activos y en algunos casos se han agravado”, indicaron los controladores en la comunicación dirigida a la Casa de Nariño.
El gremio recordó además que el 16 de septiembre remitieron una nueva carta al asesor de la Jefatura del Despacho Presidencial, Yoinel de Jesús Moya, en la que se advertía sobre el deterioro de la infraestructura aeronáutica. Sin embargo, aseguran que la respuesta institucional ha sido insuficiente, pues aunque el funcionario trasladó la solicitud a los ministerios de Transporte y Trabajo, ninguno de ellos ha establecido contacto con los representantes del sector.
Ante esta situación, los controladores solicitaron una reunión urgente con el presidente Gustavo Petro y con los entes de control, además de una auditoría técnica internacional independiente que evalúe el estado real de la infraestructura, los procedimientos de seguridad y la gestión del recurso humano.
La Asociación advirtió que la falta de acción inmediata podría incrementar los riesgos operativos y afectar la seguridad aérea del país, insistiendo en que se requiere una intervención estructural para evitar posibles incidentes derivados de las fallas que hoy afectan a los principales aeropuertos colombianos.