Colombia se consolida como referente mundial en sostenibilidad pesquera gracias al premio FAO Champion Award 2025, otorgado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) a la Confederación Mesa Nacional de Pesca Artesanal de Colombia (COMENALPAC). Este galardón destaca el papel esencial que cumplen las comunidades pesqueras artesanales en la transformación de los sistemas agroalimentarios y en la seguridad alimentaria del país.
Más de 95.000 familias dependen en Colombia de la pesca artesanal, una actividad que representa el 70 % de la pesca continental y más del 50 % de la marina, de acuerdo con cifras del Ministerio de Agricultura y la FAO. A pesar de su importancia, este sector enfrenta desafíos como la informalidad, baja tecnificación y limitada capacidad institucional. Sin embargo, el trabajo sostenido de las organizaciones comunitarias, acompañado por aliados estratégicos como Red Summa y la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca (AUNAP), ha permitido grandes avances.
La estrategia implementada impactó directamente a más de 280 familias en distintas regiones del país, fortaleciendo sus capacidades productivas y organizativas. Se entregaron 283 kits de pesca, se realizaron diagnósticos participativos y talleres prácticos sobre sostenibilidad, mantenimiento de motores y patrones de pesca.
“Este reconocimiento no es casualidad, es el resultado de un proceso de construcción desde los territorios, donde la comunidad ha sido protagonista. Para Red Summa, ha sido una experiencia enriquecedora aportar con herramientas técnicas, pedagógicas y organizativas al fortalecimiento de la pesca artesanal”, indicó la entidad.
El premio FAO Champion Award 2025 reconoce no solo la resiliencia de estas comunidades, sino también su potencial para liderar modelos de desarrollo sostenibles, preservando la cultura local y generando oportunidades económicas reales.
Desde una visión interinstitucional, Red Summa reafirmó su compromiso con la equidad territorial, la innovación social y la participación activa de las comunidades rurales. El mensaje es claro: avanzar hacia sistemas agroalimentarios sostenibles sí es posible, cuando se incluyen las voces y saberes de quienes históricamente han cuidado los recursos naturales.