En un esfuerzo por resolver la reciente crisis diplomática entre Colombia y Estados Unidos, el gobierno colombiano anunció el envío de dos vuelos hacia territorio estadounidense con el propósito de repatriar a 160 colombianos en situación migratoria irregular. La medida se produce tras las tensiones generadas por el bloqueo inicial del presidente Gustavo Petro a los vuelos de deportación ordenados por la administración Trump.
Operativo bajo reserva
Fuentes oficiales en Washington confirmaron que los aviones despegados desde Bogotá aún mantienen en reserva su destino final en Estados Unidos, aunque se presume que los connacionales deportados se encuentran en centros de detención en estados como Texas o Arizona.
Los colombianos afectados ya estaban en proceso de deportación, pero no se ha detallado si su detención ocurrió durante el final del mandato de Joe Biden o en los primeros días de la nueva administración Trump.
Visita diplomática a Washington
El canciller colombiano, Luis Gilberto Murillo, y el embajador Daniel García tienen previsto viajar a Washington una vez los vuelos de repatriación hayan aterrizado en Bogotá. Durante su estancia, sostendrán reuniones clave con representantes de la Casa Blanca y el Departamento de Estado, incluyendo a Mauricio Claver-Carone, encargado de asuntos latinoamericanos, quien ha jugado un papel fundamental en las negociaciones entre ambos países.
Impacto en las relaciones bilaterales
Aunque la crisis diplomática evitó escalar a una guerra comercial y Estados Unidos suspendió los aranceles anunciados para productos colombianos, como las flores, aún persisten restricciones significativas. Estas incluyen la suspensión del trámite de nuevas visas en Colombia y la prohibición de ingreso al territorio estadounidense para colombianos portadores de visas diplomáticas (A) y de multilaterales (G4).
Repercusiones inmediatas
En las últimas horas, se reportó que dos funcionarios colombianos del Banco Mundial con visas G4 fueron deportados luego de que se les negara el ingreso a Estados Unidos. Estas medidas forman parte de las inspecciones reforzadas ordenadas por la administración Trump, que permanecerán vigentes hasta que los vuelos de repatriación sean completados con éxito.
Un panorama incierto
Mientras el gobierno colombiano asegura que trabaja para garantizar el retorno digno de sus ciudadanos, la tensión en las relaciones diplomáticas pone en evidencia los desafíos de coordinar políticas migratorias con Estados Unidos. Las reuniones previstas en Washington podrían ser decisivas para estabilizar los acuerdos bilaterales y evitar futuras fricciones.
