Un nuevo episodio de tensión política sacude al país tras el hundimiento en el Senado de la consulta popular promovida por el Gobierno de Gustavo Petro. La revista SEMANA reveló una fotografía exclusiva en la que se evidencia una conversación vía chat entre el presidente de la República y su ministro del Interior, Armando Benedetti, justo después del revés legislativo. La imagen, captada por el fotógrafo Guillermo Torres, muestra a Benedetti escribiendo un mensaje en el que pregunta: “¿Quién convoca la huelga general? ¿A quién se le dice que lo haga?”.
La fotografía fue tomada en el recinto del Capitolio Nacional, pocos minutos después de que el Senado rechazara con 49 votos en contra y 47 a favor la realización de la consulta popular que buscaba revivir la reforma laboral archivada por la Comisión Séptima. En ese momento, Benedetti, visiblemente molesto tras discutir con el secretario del Senado, Diego González, se sentó en una curul, tomó agua y comenzó a intercambiar mensajes con el presidente, quien se encuentra en China en el marco de un viaje diplomático.
La revelación del chat ha desatado una ola de reacciones entre congresistas, analistas y ciudadanos, quienes ven en este mensaje una posible intención del Gobierno de responder a la decisión del Congreso con movilización social. Aunque desde la Casa de Nariño no se ha emitido un pronunciamiento oficial al respecto, el contenido del mensaje ha sido interpretado por sectores de oposición como una señal alarmante.
La pregunta sobre una posible huelga general aparece en un contexto de creciente confrontación entre el Ejecutivo y el Legislativo. Horas antes, el presidente Petro había denunciado públicamente un supuesto “fraude” en el conteo de la votación y llamó a la ciudadanía a salir a las calles. “Este es el fraude. El pueblo ya no debe permitir que le arrebaten el triunfo. La salida a la calle es masiva…”, escribió en su cuenta de X.
La revelación del chat entre Benedetti y Petro pone de nuevo en el centro del debate el uso de la movilización social como herramienta política, justo cuando el país se prepara para una etapa preelectoral cargada de incertidumbre y polarización.
Por ahora, se espera que el Gobierno clarifique sus intenciones frente a la movilización ciudadana y defina si efectivamente impulsará una convocatoria nacional como respuesta a la derrota legislativa. Mientras tanto, el país observa con atención los pasos del Ejecutivo en medio de una creciente presión política y social.