Este viernes, en el cierre de la legislatura, la Cámara de Representantes y el Senado dieron su visto bueno a la conciliación de la reforma laboral. En el Senado, la conciliación fue respaldada con 59 votos a favor y 16 en contra, después de que el texto recibiera aprobación en la plenaria el martes pasado.

Este constituía el paso final que debía realizar el órgano legislativo, y ahora el documento aprobado será enviado a la Casa de Nariño para la sanción del presidente.  Desde la oposición, se reiteró que esta reforma no generará empleos y que afectará negativamente a las microempresas.

Desde el sector opositor reiteraron que esta modificación no generará puestos de trabajo y que afectará de manera negativa a las pequeñas empresas.

“Hoy es un día histórico para el país. El Congreso aprobó la Reforma Laboral, una ley progresista que se convierte en la más importante de los últimos años. Sin lugar a dudas, uno de los legados del presidente Gustavo Petro para las futuras generaciones”, dijo el ministro Armando Benedetti, ministro del Interior.

La propuesta de derogar la consulta popular en caso de que se aprobara la reforma, presentada por el presidente Petro

Gustavo Petro, el presidente, declaró que derogaría el controvertido ‘decretazo’ que convocó la consulta popular si esta iniciativa lograba ser aprobada, a pesar de que el Senado había rechazado dicho mecanismo el 14 de mayo con un resultado de 49 votos en contra y 47 a favor.

Durante la reunión del consejo de ministros del martes, el mandatario recordó el incidente del 14 de mayo, cuando se hundió la consulta popular y se dio luz verde a la apelación que revivió la reforma laboral. Recalcó que lo que realmente mantuvo viva la propuesta fue la existencia de la consulta.

“Yo diría que lo que ha salvado la reforma laboral en este momento es que decidimos hacer una consulta; si no, estaríamos enterrados desde hace tiempo. La decisión de hacer una consulta es lo que mantiene viva la reforma laboral, y el pueblo en las calles nos respalda. Porque yo también hubiera podido decir: ‘Hagamos una consulta’, y quedar como un loco en la esquina de la Plaza de Bolívar, y se burlarían de mí; ya me habrían echado de la Presidencia. Ganas no les han faltado”, señaló Petro.