El cierre del año llegó con buenas noticias para decenas de hogares en Santo Tomás. En un acto cargado de emoción y significado social, la Gobernación del Atlántico entregó 200 títulos de propiedad a familias que durante años habitaron sus viviendas sin contar con seguridad jurídica, gracias al programa Mi Casa Bacana.

La jornada fue liderada por el gobernador Eduardo Verano, quien destacó que la legalización de predios va mucho más allá de un trámite administrativo, pues representa estabilidad, patrimonio familiar y nuevas oportunidades para los beneficiarios. Las escrituras fueron entregadas a hogares de los barrios La Esperanza, 7 de Agosto, 20 de Julio, La Florida y sectores aledaños del municipio.

Durante su intervención, el mandatario departamental resaltó que muchas de las familias llevaban más de tres y cuatro décadas esperando este momento. Con la titulación, explicó, los hogares no solo obtienen la tranquilidad de ser dueños legales, sino que también pueden acceder a créditos, subsidios de mejoramiento y programas de vivienda ofrecidos por entidades públicas y privadas, lo que impacta directamente en su calidad de vida.

La subsecretaria de Vivienda, Electrificación y Espacio Público, Rocío Jiménez, señaló que esta entrega hace parte de la meta de alcanzar 30.000 títulos de propiedad durante la actual administración departamental. Según indicó, con estas escrituras ya son cerca de 12.000 familias en todo el Atlántico las que hoy cuentan con seguridad jurídica sobre sus viviendas, sin asumir costos notariales.

Por su parte, la alcaldesa de Santo Tomás, Paula Hun Badillo, calificó la entrega como un acto de justicia social y destacó el trabajo conjunto entre el departamento y el municipio para saldar una deuda histórica con la comunidad. Aseguró que estas escrituras representan un regalo de Navidad adelantado y una base sólida para el futuro de los tomasinos.

Los beneficiarios expresaron su alegría al recibir el documento que los acredita como propietarios. Para muchos, como Adalberto Fontalvo, habitante del barrio La Esperanza, la espera superó los 30 años. Hoy, con la escritura en mano, afirmó que su familia finalmente puede decir que la casa que habita les pertenece legalmente.

El programa Mi Casa Bacana se consolida así como una de las principales apuestas sociales de la administración departamental 2024-2027, orientada a dignificar la vida de los atlanticenses y a fortalecer el sentido de pertenencia y estabilidad en los hogares de todo el departamento.