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Bogotá refuerza el control vial y aclara dudas sobre los nuevos sensores de velocidad

Cámaras de detección en Bogotá. Foto: Terminal de Transporte

La Secretaría Distrital de Movilidad avanza en la implementación de un plan de modernización del control vial en Bogotá, que contempla la instalación de nuevas cámaras de fotodetección y la actualización de equipos existentes, con el objetivo de mejorar la seguridad en las vías y reducir los índices de accidentalidad en la capital.

En total, el Distrito puso en operación 60 nuevas cámaras sancionatorias y renovó 20 dispositivos ya instalados, como parte de una inversión cercana a los 20.000 millones de pesos. Según las autoridades, esta estrategia responde a un análisis detallado de los puntos con mayor siniestralidad y busca proteger la vida de conductores, peatones y ciclistas.

Las cámaras con capacidad de imponer comparendos fueron ubicadas en corredores viales considerados críticos, entre ellos la Avenida Guayacanes, la Avenida Ciudad de Cali, la Avenida Villavicencio, la Calle 13, la Calle 26, la Avenida 68, la Calle 72 y la Avenida Boyacá, donde se registra un alto número de accidentes relacionados con el exceso de velocidad.

En paralelo a esta medida, la aparición de nuevas estructuras metálicas con radares y pantallas digitales en vías como la Calle 26, la Autopista Norte y la Avenida Boyacá generó inquietud entre los conductores, quienes se preguntan si estos dispositivos también están destinados a imponer multas.

Ante la confusión, la Secretaría de Movilidad aclaró que la mayoría de estos nuevos equipos no tienen carácter sancionatorio. Se trata de once paneles informativos de velocidad y otros sensores cuyo propósito principal es preventivo y pedagógico, orientado a generar conciencia en los conductores sobre el respeto a los límites establecidos.

Entre los dispositivos que no generan comparendos se encuentran los radares visibles de color amarillo con pantalla digital, que miden la velocidad en tiempo real y muestran al conductor si circula dentro o fuera del límite permitido, generalmente de 50 kilómetros por hora. En algunos casos, estos paneles emiten señales visuales de advertencia cuando se supera la velocidad.

También se instalaron sensores fijos de monitoreo que registran el flujo vehicular y recopilan datos sobre movilidad y comportamiento del tránsito, sin que esto implique la imposición directa de sanciones.

Las autoridades distritales reiteraron que las cámaras que sí generan multas están debidamente señalizadas y cumplen con la normativa vigente. Además, insistieron en que el propósito central de estas medidas no es recaudar dinero, sino reducir accidentes, salvar vidas y promover una cultura de conducción responsable en la ciudad.