Junior de Barranquilla escribió una nueva página dorada en su historia al consagrarse campeón de la Liga BetPlay del segundo semestre de 2025, tras imponerse con autoridad a Deportes Tolima en la gran final del Fútbol Profesional Colombiano. El equipo rojiblanco selló el título con un contundente marcador global de 4-0 y celebró así la undécima estrella en su escudo.

El conjunto tiburón llegó al partido de vuelta con una ventaja clara luego del 3-0 conseguido en Barranquilla y supo administrar el resultado en el estadio Manuel Murillo Toro, donde se impuso 1-0 para cerrar la serie con solvencia. Este título no solo reafirma el protagonismo de Junior a nivel nacional, sino que también le garantiza un cupo directo a la fase de grupos de la Copa Conmebol Libertadores 2026.

Desde el arranque del encuentro en Ibagué, Deportes Tolima intentó cambiar la historia. El equipo local salió con intensidad, presionando alto y buscando un gol tempranero que alimentara la ilusión de una remontada. Sin embargo, aunque mostró ímpetu y posesión en los primeros minutos, careció de claridad para vulnerar el orden defensivo del cuadro barranquillero.

Con el paso del tiempo, Junior fue ganando confianza y apostó por el contragolpe como principal arma. Esa estrategia dio resultado al minuto 17, cuando Yimmi Chará condujo el balón desde su propio campo y filtró un pase preciso para José Enamorado, quien desbordó con velocidad y definió con calidad ante el arquero Cristopher Fiermarín para marcar el único gol del compromiso.

El tanto golpeó anímicamente a Tolima y bajó el ritmo del partido. Antes del descanso, Junior sufrió la expulsión de Guillermo Paiva tras una acción sancionada por el árbitro Andrés Rojas, lo que obligó al equipo visitante a reorganizarse para el segundo tiempo.

Con un hombre de más, Tolima asumió el control del balón en la parte complementaria y arrinconó a Junior en su propio campo. Los dirigidos por Lucas González buscaron el descuento con insistencia, pero se encontraron con una defensa sólida y con la falta de precisión en los últimos metros. La ocasión más clara llegó al minuto 60, cuando Samuel Velásquez estrelló un remate en el palo, en lo que fue el aviso más peligroso del local.

Pese a la presión final, el gol nunca llegó para el equipo pijao. Junior resistió con orden, inteligencia y jerarquía, defendiendo la ventaja hasta el pitazo final que desató la celebración rojiblanca.

Con esta consagración, Junior de Barranquilla vuelve a lo más alto del fútbol colombiano, suma una nueva estrella a su historia y reafirma su lugar entre los grandes del país, celebrando un título que quedará en la memoria de su hinchada como una demostración de carácter, eficacia y ambición ganadora.