Barranquilla vive un fin de semana lleno de deporte, música y color con la llegada del Giro de Rigo 2025, edición Carnaval, un evento que ha llenado las calles de entusiasmo y orgullo local. Ciclistas, acompañantes y turistas disfrutan de una ciudad que se transforma en escenario de alegría, cultura y hospitalidad caribeña.

Desde tempranas horas, la ciudad respira un ambiente de celebración que mezcla el deporte con la esencia barranquillera. Miles de visitantes han llegado para ser parte de esta experiencia que recorrerá los lugares más emblemáticos de Barranquilla y el Atlántico este domingo 2 de noviembre, mostrando el progreso y el espíritu festivo de la región.

Fabián Mera, uno de los asistentes al evento, expresó su emoción al arribar a la capital del Atlántico. “Es increíble la energía de la gente, la forma en que te reciben con sonrisas, música y alegría. Barranquilla tiene una vibra única”, comentó mientras se preparaba para disfrutar del evento.

La Alcaldía de Barranquilla ha dispuesto un completo acompañamiento para garantizar que los visitantes vivan una experiencia inolvidable. En los puntos de ingreso a la ciudad se brinda información turística, recomendaciones de seguridad y orientación sobre los lugares más atractivos para visitar durante el fin de semana.

Yamila Hanna, jefa de la Oficina de Turismo de la Secretaría de Desarrollo Económico, destacó el papel del evento en la proyección internacional de la ciudad. “Con el liderazgo del alcalde Alejandro Char, estamos impulsando todo el potencial turístico de Barranquilla. El Giro de Rigo es una oportunidad perfecta para mostrarle al país y al mundo una ciudad moderna, alegre y llena de vida”, afirmó.

La capital del Atlántico se prepara para recibir a los más de 8.000 ciclistas que participarán en esta edición, junto a sus acompañantes y miles de turistas que disfrutarán del evento y de las tradiciones que hacen de Barranquilla una ciudad inolvidable.

Con música, gastronomía, danza y hospitalidad, la ciudad se convierte en el corazón del deporte y la cultura, reafirmando que Barranquilla está —como dicen sus habitantes— a otro nivel.