La Policía Nacional capturó en la noche de este jueves al empresario y contratista Emilio Tapia, uno de los protagonistas del escándalo del carrusel de la contratación en Bogotá. La detención se llevó a cabo en una clínica del norte de Barranquilla, donde el condenado recibía atención médica por problemas de hipertensión, en compañía de funcionarios del Inpec.
Tapia, quien fue señalado como uno de los cerebros detrás del millonario desfalco a las finanzas del Distrito Capital, deberá regresar a prisión para cumplir la pena de 12 años y un mes que unificó un juez de ejecución de penas con base en tres condenas emitidas entre 2016 y 2017.
El Juzgado 15 de Conocimiento de Bogotá revocó el beneficio de libertad condicional que se le había otorgado en abril de este año, tras determinar que su conducta representó un daño grave a la administración pública. La decisión se fundamentó en que, aunque Tapia ya había cumplido la mayoría del tiempo requerido para acceder al beneficio, su participación en el entramado de corrupción fue de tal magnitud que ameritaba volver a prisión.
“Se afectó seriamente la transparencia en las altas esferas de la administración distrital y se socavaron ostensiblemente las arcas del Distrito, ocasionando el mayor descalabro de que se tenga noticia en la contratación pública de Bogotá”, señaló el fallo judicial.
El contratista también está vinculado al caso de Centros Poblados, otro escándalo de corrupción que involucró millonarios anticipos destinados a la instalación de internet en escuelas rurales del país, proyecto que nunca se ejecutó.
Tras la captura, el Inpec deberá definir en qué establecimiento penitenciario será recluido Emilio Tapia para cumplir con el tiempo restante de su condena. Su detención marca un nuevo capítulo en uno de los casos de corrupción más recordados en la historia reciente del país.


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