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Mauricio Lizcano rechaza la idea de una Constituyente y pide unir esfuerzos por los verdaderos problemas del país

El precandidato presidencial Mauricio Lizcano criticó la propuesta del ministro de Justicia, Eduardo Montealegre, de convocar una Asamblea Nacional Constituyente y advirtió que este no es el momento para reabrir debates que podrían generar más división en el país. Desde Bogotá, Lizcano enfatizó que Colombia necesita soluciones concretas a sus crisis más urgentes y no discusiones que distraigan al Gobierno y al Congreso de sus responsabilidades.

“Resulta preocupante que en vez de enfocarnos en los problemas reales de los colombianos —como la inseguridad, la salud y el empleo—, se impulse un debate que desvíe la atención de las verdaderas prioridades nacionales”, señaló el precandidato, quien además destacó que la Constitución de 1991 ha sido un instrumento fundamental para la democracia colombiana y no la raíz de los conflictos actuales.

Lizcano defendió el valor histórico y político de la carta magna vigente, la cual, según él, ha permitido construir consensos y garantizar derechos durante más de tres décadas. “La Constitución no es el problema. Lo que necesitamos es liderazgo, gestión y unidad para que las instituciones funcionen”, subrayó.

El dirigente del movimiento El Colombianismo insistió en que el país no puede seguir atrapado entre los extremos ideológicos ni caer en debates que profundicen la polarización. “Colombia requiere sentido común, serenidad y un propósito común. Las diferencias políticas son legítimas, pero deben resolverse con diálogo y trabajo conjunto, no con rupturas institucionales”, afirmó.

Finalmente, Lizcano hizo un llamado a la unidad nacional y al compromiso de todos los sectores políticos y sociales para sacar adelante al país. “Es hora de dejar de lado los discursos que dividen y concentrarnos en lo que realmente importa: mejorar la vida de los ciudadanos y recuperar la confianza en nuestras instituciones”, concluyó.