El precandidato presidencial Mauricio Lizcano anunció un ambicioso plan de choque para asegurar el suministro de gas en todo el país y proteger a los usuarios de eventuales aumentos en las tarifas. La propuesta busca declarar la seguridad gasífera y la soberanía energética como una prioridad nacional, combinando decisiones inmediatas con políticas estables para que el gas no falte en los hogares ni en la industria.

“El gas no puede faltar en la cocina, en las fábricas ni para generar electricidad. Mi propuesta es clara: traer gas por barco si se requiere y poner a producir el gas de Colombia. Son decisiones concretas para garantizar suministro y cuidar el bolsillo de las familias”, aseguró Lizcano durante la presentación del plan.

El proyecto contempla dos frentes de acción. En regasificación, se plantea ampliar la planta de Cartagena o construir una nueva en el Pacífico para convertir en gas utilizable el producto importado por barco. Esta medida iría acompañada de acuerdos internacionales que aseguren mejores precios y volúmenes, así como de alivios tarifarios focalizados para proteger a los usuarios más vulnerables.

En el frente de producción nacional, Lizcano propone destrabar proyectos costa afuera en el Caribe y en tierra firme, mediante licencias claras, cronogramas cumplidos y supervisión ambiental estricta. El objetivo es aumentar la oferta, reducir la dependencia externa y avanzar en una transición energética ordenada.

“Gas asegurado y recibos predecibles: eso es lo que voy a garantizar desde el primer día”, concluyó el precandidato, al reiterar que el suministro confiable y asequible de gas es clave para la competitividad del país y la seguridad energética de los colombianos.