El Comando General de las Fuerzas Militares ordenó este jueves el acuartelamiento de primer grado en todo el país, luego de los atentados registrados en Amalfi, Antioquia, y en la base aérea Marco Fidel Suárez, en Cali, Valle del Cauca. La medida implica el máximo nivel de alerta y busca garantizar la reacción inmediata de las tropas ante cualquier eventualidad de seguridad.
La disposición fue impartida por el general Hugo López, Jefe de Estado Mayor de Operaciones de las Fuerzas Militares y comandante encargado ante la ausencia del almirante Francisco Cubides. Según lo dispuesto, todos los pelotones, compañías, brigadas, divisiones y sus equivalentes deberán permanecer dentro de sus instalaciones, con incremento en la disponibilidad de armas, equipos y vehículos.
La orden incluye al Ejército Nacional, la Fuerza Aeroespacial Colombiana y la Armada Nacional, lo que significa que todas las Divisiones, Fuerzas Navales y Comandos Aéreos estarán en alerta máxima.
La decisión se produce tras los graves hechos ocurridos este 21 de agosto. En Amalfi, un helicóptero de la Policía Nacional fue derribado por un dron cargado con explosivos en medio de operaciones de erradicación de cultivos ilícitos. El ataque dejó seis uniformados muertos y ocho más heridos, según confirmó el presidente Gustavo Petro, quien atribuyó la acción al frente 36 del Estado Mayor Central de las disidencias de las Farc.
Horas más tarde, en Cali, un carro bomba explotó en inmediaciones de la Escuela de Aviación Marco Fidel Suárez, dejando al menos cinco personas muertas y más de 36 heridas, entre ellas varios civiles que se encontraban cerca de la zona. La onda explosiva destruyó vehículos, afectó viviendas y locales comerciales, y generó pánico en la capital del Valle del Cauca.
El acuartelamiento de primer grado significa que la totalidad de las Fuerzas Militares queda en estado de máxima disposición, en un momento en el que las autoridades investigan la coordinación y posible relación entre los atentados. La medida busca evitar nuevos ataques y garantizar que las tropas puedan actuar con rapidez ante cualquier amenaza contra la seguridad nacional.