Algunos libros se escriben con técnica, otros con convicción. Pero hay unos pocos que nacen desde lo más profundo del alma. Lo que aprendí de ti, de la periodista y escritora María Gabriela González, pertenece a este grupo: más de 200 páginas que se convierten en una carta de amor a su padre, pero que terminan siendo un regalo universal para quienes buscan reconectar con la gratitud, el afecto y las enseñanzas de quienes han sido guías en la vida.
La obra, que nació como un obsequio de cumpleaños para su padre, se transformó en un texto capaz de tocar fibras sensibles en cualquier lector. “El libro es una interpretación de las cosas que he aprendido sobre mi papá, pero también está pensado para cualquier persona que quiera aprender o que busque respuestas simples a aspectos complejos de la vida”, afirma la autora.
El relato va más allá del homenaje íntimo y se convierte en una propuesta de bienestar emocional. González sostiene que la gratitud es una herramienta poderosa que puede cambiar la forma en que entendemos el éxito, la felicidad, las relaciones personales y hasta el trabajo. Desde una mirada fresca y cálida, Lo que aprendí de ti aborda temas universales como el valor del esfuerzo, la honestidad, el sentido de pertenencia y el poder de las palabras bien dichas. También reflexiona sobre el matrimonio, la vida empresarial y la felicidad entendida como una decisión consciente.
Aunque parte de una experiencia personal, el libro no se encierra en lo autobiográfico. Cada página abre un espacio de diálogo, invitando al lector a cuestionarse: ¿qué he aprendido de quienes me han formado?, ¿qué palabras me marcaron?, ¿a quién debo parte de lo que soy? Con un lenguaje claro y cercano, González escribe como si mantuviera una conversación íntima con alguien que conoce de toda la vida.
Periodista y excolumnista de La República y Vanguardia, la autora combina en su escritura su experiencia en relaciones internacionales con una narrativa emotiva y accesible. “Desde que lo empecé a leer en voz alta a algunas personas, noté que tocaba fibras muy sensibles. Incluso algunas lloraron. Mi gran sueño es que este libro ayude, aunque sea a una sola persona”, asegura.
Lo que aprendí de ti no busca dar respuestas definitivas ni imponer fórmulas. Su fuerza está en lo simple: recordar que agradecer es también una forma de sanar y de merecer la felicidad. Para quienes tienen un vínculo cercano con su padre, el libro puede ser un reencuentro emocional; para quienes sienten una ausencia, puede significar un espacio de consuelo y reflexión.
María Gabriela González, internacionalista con experiencia en diplomacia pública y comercio exterior, ha combinado su vida profesional con la escritura, la lectura y la pasión por la pastelería. Este, su primer libro, refleja el papel central de su familia como fuente de inspiración y muestra cómo las memorias íntimas pueden convertirse en herramientas de vida para muchos.
En definitiva, Lo que aprendí de ti no es solo un libro. Es un abrazo impreso y un recordatorio de que decir “gracias” puede ser una de las formas más poderosas de transformar nuestra manera de ver el mundo.