Ocho años después de abrir sus brazos al río Magdalena, el Gran Malecón conmemora su aniversario como uno de los lugares más emblemáticos de Colombia. Desde su inauguración en 2017, este espacio se ha consolidado como el punto de encuentro por excelencia para barranquilleros, visitantes nacionales y turistas internacionales, al ofrecer experiencias culturales, gastronómicas, deportivas y recreativas a orillas del río.
Con más de 2.000 eventos realizados desde su apertura y un crecimiento exponencial de su oferta comercial, el Gran Malecón se ha convertido en un verdadero motor de turismo, inclusión y desarrollo para la capital del Atlántico. Actualmente cuenta con 77 comercios, de los cuales el 45% surgieron en el propio espacio, consolidando una plataforma de apoyo al emprendimiento local.
“Esta obra es parte de ese orgullo barranquillero. Es el reflejo de lo que somos: una ciudad próspera, pujante y a la que nada le queda grande. En el Gran Malecón vamos por más”, afirmó el alcalde Alejandro Char durante el acto conmemorativo.
El aniversario llega acompañado de nuevos atractivos que siguen transformando este pulmón urbano de la ciudad. La escultura de Shakira, de 6,5 metros de altura, simboliza su conexión con el río y se ha convertido en uno de los puntos más visitados. A ella se sumó recientemente la estatua de Sofía Vergara, de 7,5 metros, develada el pasado 10 de julio, ubicada en el sector Recreodeportivo y que rinde homenaje a la actriz barranquillera.
A estos íconos culturales se suman espacios como El Mundo de Rinrín Renacuajo, una colección de esculturas inspiradas en la obra de Rafael Pombo, la nueva zona gastronómica A Bocas del Río y el Jardín del Río, un espacio autosostenible que refleja el compromiso ambiental de este proyecto urbano.
La incorporación de patinetas eléctricas ha permitido recorrer los más de 5 kilómetros del Malecón con comodidad, y la programación permanente de actividades y eventos gratuitos ha fortalecido su posición como escenario de inclusión y disfrute familiar.
El Gran Malecón nació con un propósito: reconectar a Barranquilla con su río. Ocho años después, ese sueño se mantiene más vivo que nunca, y sigue creciendo como símbolo de transformación urbana, orgullo cultural y encuentro ciudadano. Hoy, cada visitante escribe una nueva historia en este lugar que ya es patrimonio del corazón barranquillero.