Consternación y dolor ha generado el asesinato de Jaider Antonio Rojas Bravo, de 33 años, ocurrido la noche del sábado en una cancha del barrio Ciudadela Metropolitana, ubicada detrás de la iglesia Jesús Maestro, cerca del arroyo que conecta con la vía al Platanal. Según versiones de sus familiares, el ataque armado no iba dirigido contra él, sino contra otra persona que se encontraba en el lugar.

De acuerdo con testigos, los sicarios habrían llegado haciéndose pasar por domiciliarios y, al ubicar su objetivo, abrieron fuego en la carrera 8 con calle 51, impactando fatalmente a Rojas Bravo. La víctima fue trasladada a un centro asistencial, pero falleció debido a la gravedad de las heridas.

Sus allegados aseguraron que Jaider Antonio no tenía amenazas ni antecedentes que explicaran el ataque, y que desde hacía más de un año era miembro activo de la Iglesia Catedral Apostólica Escalando Peldaños Central, donde fue bautizado y participaba regularmente en las actividades religiosas y cánticos espirituales.

“Mi hermano era un hombre tranquilo, entregado a Dios. Estamos convencidos de que él no era el objetivo de esos delincuentes”, afirmó un familiar durante la velación. La comunidad del barrio también lamentó el hecho y pidió mayor presencia de las autoridades ante el aumento de hechos violentos en la zona.

La Policía Nacional adelanta las investigaciones para esclarecer el caso y dar con los responsables del homicidio. Las autoridades reiteraron el llamado a la ciudadanía para que suministre cualquier información que contribuya con la identificación y ubicación de los autores del crimen, a través de la línea institucional 123 o del cuadrante más cercano.

Este nuevo hecho de sangre pone nuevamente sobre la mesa la preocupación por la inseguridad en el municipio de Soledad, donde han aumentado los casos de sicariato en las últimas semanas. La comunidad pide justicia y acciones concretas para evitar que más inocentes pierdan la vida en medio de la violencia.