El rey Carlos III podría estar experimentando cierto alivio tras las recientes declaraciones del expresidente de EE.UU., Donald Trump, quien afirmó que no tiene intención de deportar al príncipe Harry a Reino Unido. Según el analista de la realeza Richard Fitzwilliams, esto evita una situación que podría generar una atención mediática indeseada sobre los duques de Sussex.

Trump aseguró la semana pasada que Harry ya enfrenta suficientes dificultades debido a su matrimonio con Meghan Markle. En una entrevista con el New York Post, el exmandatario mencionó que no está interesado en interferir en la situación migratoria del hijo menor del monarca británico, quien reside en California desde su renuncia a los deberes reales en 2020.

Fitzwilliams destacó que, de haberse contemplado una deportación, el tema habría vuelto a poner el foco en la pareja, generando un torbellino mediático. “Sería un escándalo constante”, afirmó el experto en realeza. A su juicio, la familia real prefiere mantener distancia de la controversia, especialmente considerando la frágil salud del rey Carlos y las tensiones existentes con Harry y Meghan.

La experta en monarquía británica Hillary Fordwich coincidió con esta perspectiva, señalando que Carlos III prefiere mantener la estabilidad en medio de su recuperación del cáncer y su compromiso con el deber real. “El monarca evita los conflictos y es mejor que Harry permanezca fuera de la vista pública”, aseguró Fordwich a Fox News Digital.

El debate sobre la visa de Harry surgió después de que la Heritage Foundation presentara una demanda solicitando la divulgación de sus registros migratorios. La organización argumenta que el duque de Sussex podría haber recibido un trato preferencial a pesar de sus declaraciones pasadas sobre consumo de drogas. Sin embargo, Trump descartó tomar medidas al respecto.

Para Fordwich, la decisión de Trump también responde a consideraciones diplomáticas. “El expresidente valora su relación con la familia real y seguramente no querría poner en riesgo futuras invitaciones a Buckingham”, explicó. Además, subrayó que, a pesar de sus diferencias políticas, Trump y Carlos III han mantenido contacto, incluyendo una carta privada tras el reciente intento de atentado contra el exmandatario.

La situación de Harry sigue siendo un tema sensible para la familia real. Según la periodista británica Helena Chard, la distancia entre el monarca y su hijo menor ha limitado el vínculo con sus nietos, el príncipe Archie y la princesa Lilibet. “Carlos lamenta no poder compartir más tiempo con ellos, pero la relación con Harry sigue siendo tensa”, comentó Chard.

Mientras tanto, el príncipe William parece menos inclinado a la reconciliación. “No puede olvidar ni perdonar el daño causado por los Sussex”, afirmó Chard. En este contexto, la familia real parece enfocada en su agenda oficial, dejando de lado las polémicas que rodean a Harry y Meghan.

Según expertos, aunque Carlos III le desea lo mejor a su hijo, considera que su distancia de la monarquía es la mejor solución. “Con el tiempo y el fin de los litigios, podría darse una reconciliación, pero por ahora, la familia real prefiere mantenerse al margen de cualquier controversia”, concluyó Chard.