El reciente anuncio del presidente Gustavo Petro sobre un incremento del 9,54% en el salario mínimo para el año 2025 ha generado un intenso debate en el país. Muchos sectores han expresado su preocupación, señalando que esta medida podría tener un impacto adverso en la economía nacional y afectar a los empresarios.

Este aumento podría complicar el avance de la reforma laboral, que se encuentra en su tercer debate programado para el próximo año en la Comisión Séptima del Senado. Algunos legisladores están considerando que aprobar un proyecto que perjudique a quienes generan empleo en el país no sería lo más conveniente, especialmente ante los retos que representa el aumento del salario mínimo.

La senadora Lorena Ríos, vicepresidenta de la corporación, advirtió que “el incremento del salario mínimo tendrá un efecto directo en los pequeños y medianos empresarios, debido a los costos asociados a las prestaciones sociales y los aportes a la seguridad social, lo que podría resultar en una reducción del empleo formal”.

Ríos también destacó que las reformas sociales, en particular la laboral, que incluyen el aumento de horas extras y cambios en las condiciones laborales, podrían disminuir aún más el escaso porcentaje de empleo formal en el país, dificultando la lucha contra la informalidad en un contexto de reactivación económica incierta. “Esto representa un impacto negativo para las pequeñas y medianas empresas”, agregó.

Varios congresistas han criticado al presidente Petro, advirtiendo que el aumento del salario mínimo podría provocar un incremento en el desempleo y la inflación. La senadora María Fernanda Cabal afirmó que “lamentablemente, veremos un aumento en el desempleo, la inflación y los costos de producción. Este es un país de mipymes que enfrentará decisiones que no se ajustan a la realidad económica de Colombia”.

La representante Katherine Miranda calificó la medida como populista, advirtiendo que “el aumento del salario mínimo podría resultar en una pérdida significativa de empleo formal el próximo año. Son medidas populistas y poco realistas”.

El representante Andrés Forero también expresó su preocupación, señalando que el incremento del 9,5% en el salario mínimo afectará negativamente al sistema de salud. “Con este aumento, la discusión sobre el ajuste de la UPC se vuelve aún más crítica. Si el presidente insiste en elevarla solo al nivel de la inflación, el sistema de salud podría colapsar, lo que podría tener consecuencias fatales”, afirmó.

Sin embargo, desde el Pacto Histórico celebran la decisión del presidente Petro, argumentando que este aumento salarial dignifica a los trabajadores. La representante María Fernanda Carrascal comentó: “Este ajuste no solo representa un alivio ante el costo de vida, sino que también envía un mensaje claro sobre la importancia de proteger y fortalecer la dignidad laboral. ¡Es un motivo de celebración y esperanza para construir un país más equitativo!”.

El representante Alejandro Toro añadió: “Queridos trabajadores de Colombia: el aumento de 4.100 pesos diarios no los hará ricos ni quebrará sus empresas. Además, se logró devolver a los trabajadores parte de lo que se les había quitado al derogar la ley de financiamiento”.

La discusión sobre la reforma laboral se reanudará en febrero del próximo año, coincidiendo con el inicio de las sesiones ordinarias del Congreso de la República.