Momentos de alta tensión se vivieron en el municipio de Buenos Aires, Cauca, tras un ataque armado prolongado contra la estación de Policía que se extendió por más de tres horas y media y dejó como saldo un uniformado herido, daños materiales y una población en constante zozobra. Así lo confirmó el alcalde Pablo César Peña, quien calificó los hechos como una agresión de gran intensidad y denunció una respuesta tardía de la fuerza pública.
De acuerdo con el mandatario, la acción violenta se registró en horas de la mañana en plena cabecera municipal, donde un grupo armado atacó de manera sostenida la estación policial. Durante el hostigamiento, los uniformados resistieron bajo fuego constante, mientras la comunidad permanecía confinada ante el riesgo que representaba la confrontación armada.
El alcalde aseguró que, además de la estación de Policía, la infraestructura del municipio sufrió afectaciones, incluida la sede de la Alcaldía. Aunque señaló que la estación fue construida con condiciones para resistir este tipo de ataques, advirtió que la magnitud de la agresión puso en peligro a los habitantes del casco urbano.
A la compleja situación se sumó una alerta adicional recibida por las autoridades locales. Según Peña, la comunidad informó sobre la posible presencia de un vehículo sospechoso, lo que activó una alerta por un eventual atentado con carrobomba. El reporte de una volqueta en la zona incrementó la preocupación y obligó a extremar las medidas de seguridad.
El mandatario explicó que, como medida preventiva, se cerraron los accesos viales al municipio y se reportaron posibles taponamientos y la presencia de explosivos en algunas carreteras, lo que dificultó el ingreso de refuerzos por vía terrestre y prolongó el enfrentamiento.
Aunque evitó atribuir el ataque a un grupo armado específico, el alcalde señaló que se trata de una estructura con capacidad militar suficiente para sostener un hostigamiento de larga duración. Indicó que corresponde a las autoridades competentes establecer responsabilidades y avanzar en las investigaciones.
Uno de los reclamos más fuertes del alcalde estuvo dirigido a la reacción de la fuerza pública, especialmente por el tiempo que tardó en llegar el apoyo aéreo. Peña cuestionó que un municipio ubicado a poco más de una hora por carretera desde Cali tuviera que soportar más de tres horas de combate antes de recibir refuerzos efectivos.
Si bien reconoció la intervención de la Fuerza Aérea, insistió en que la respuesta fue tardía y que, incluso con reportes previos de la situación, el ataque continuaba mientras se esperaba una acción contundente. Añadió que desde las primeras horas mantuvo comunicación con el gobernador del Cauca y con la Secretaría de Gobierno departamental para coordinar la atención de la emergencia.
El alcalde recordó que el municipio cuenta con cerca de 36.000 habitantes y que, al momento del ataque, en la estación de Policía había entre 15 y 17 uniformados. Detalló que los agentes enfrentaron el hostigamiento con ráfagas de fusil, artefactos no convencionales y el uso de drones por parte de los atacantes.
Finalmente, Peña reiteró que el control del orden público en el departamento es responsabilidad del Gobierno nacional y pidió mayor celeridad y contundencia en la respuesta para evitar que hechos de esta magnitud se repitan. El ataque dejó un policía herido y daños considerables en la infraestructura, mientras la población continúa en alerta ante posibles nuevas acciones violentas.


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