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Trump advierte que Colombia podría ser objetivo de ataques terrestres por la producción y envío de cocaína hacia Estados Unidos

Las tensiones entre Washington y varios países de la región volvieron a escalar luego de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmara que Colombia podría convertirse en blanco de operaciones militares terrestres, al considerar que en el país existen “plantas de fabricación de cocaína” que abastecen el mercado norteamericano.

Durante una reunión de gabinete, el mandatario aseguró que cualquier nación o actor involucrado en el envío de cocaína o fentanilo hacia Estados Unidos estaría expuesto a acciones armadas. “He oído que Colombia produce cocaína. Tienen plantas de fabricación de cocaína, y luego nos venden esa cocaína. Lo apreciamos mucho. Pero sí, cualquiera que haga eso y la venda en nuestro país está expuesto a ataques”, señaló Trump.

El presidente estadounidense insistió además en que países como Colombia y México “envían asesinos, narcotraficantes y gente que no queremos” hacia su territorio, afirmando que estarían “vaciando sus cárceles”.

Estas declaraciones se suman a las ya emitidas a finales de octubre, cuando Trump aseguró que ambas naciones estaban “gobernadas por cárteles de la droga” y advirtió que el siguiente paso sería ejecutar intervenciones terrestres, algo que hasta el momento no se ha concretado. Los pronunciamientos se dan en medio de la creciente tensión por el despliegue militar estadounidense en aguas internacionales cercanas a Venezuela y tras la inclusión del presidente Gustavo Petro en la llamada “Lista Clinton”.

Bombardeos en el Caribe continuarán, según Washington

Durante la misma reunión, el secretario de Guerra, Pete Hegseth, confirmó que los bombardeos contra presuntas “narcolanchas” en aguas del Caribe no solo continuarán, sino que “apenas comienzan”. De acuerdo con cifras del gobierno estadounidense, al menos 80 presuntos “narcoterroristas” han muerto en una veintena de operaciones realizadas desde septiembre.

“Apenas hemos comenzado a atacar barcos narco y a enviar a los narcoterroristas al fondo del océano porque han estado envenenando al pueblo estadounidense”, afirmó Hegseth. Sin embargo, indicó que en los últimos días ha habido menos intervenciones debido a la dificultad para localizar embarcaciones, algo que interpreta como un efecto de disuasión.

Washington también ha reconocido ataques en aguas del Pacífico cercanas a Colombia. Frente a estas acciones, el presidente Gustavo Petro ha rechazado públicamente los bombardeos, así como la solicitud de Trump de cerrar el espacio aéreo venezolano.

Las operaciones militares han generado controversia internacional, especialmente tras conocerse un segundo ataque realizado para “rematar” a dos sobrevivientes de una embarcación bombardeada el pasado 2 de septiembre, hecho que congresistas estadounidenses califican como posible crimen de guerra. La Casa Blanca y el Pentágono responsabilizan al almirante Frank Bradley, quien encabezó la operación, mientras que Hegseth afirma no haber presenciado la decisión del segundo ataque.

En episodios posteriores, algunos sobrevivientes fueron rescatados por equipos de búsqueda, aunque no en todos los casos. La situación mantiene encendidas las alarmas diplomáticas en la región, mientras aumentan las preocupaciones por la posible expansión del conflicto hacia países como Colombia.