El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, elevó nuevamente el tono contra el gobierno colombiano al lanzar una advertencia directa al presidente Gustavo Petro, en medio del despliegue militar estadounidense en el Caribe y el Pacífico bajo la operación “Lanza del Sur”. El mandatario norteamericano afirmó que, si Colombia no reduce la producción de cocaína, Petro sería “el siguiente” en recibir presión internacional, tal como ocurre actualmente con el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela.

Las declaraciones se dieron durante una rueda de prensa en la Casa Blanca, donde Trump fue interrogado sobre la posibilidad de dialogar próximamente con el mandatario colombiano. Su respuesta fue contundente: descartó un acercamiento alegando que Petro “ha sido bastante hostil con Estados Unidos”.

Trump señaló que Colombia enfrenta “grandes problemas” por el incremento de cultivos ilícitos y sostuvo que en el país “hay fábricas donde se produce cocaína que luego se vende directamente a Estados Unidos”. Estas afirmaciones se suman a una serie de señalamientos previos, entre ellos la decisión de retirar a Colombia de la lista de naciones cooperantes en la lucha antidrogas y sancionar directamente a Petro, acusándolo de ser un “líder del narcotráfico”.

El gobierno colombiano ha rechazado estas acusaciones y ha defendido su política antidrogas, asegurando que responde a una estrategia más integral y enfocada en el desarrollo rural y la reducción de la violencia.

La advertencia del mandatario estadounidense llega en un momento de máxima tensión regional, tras los recientes operativos militares ordenados por la Casa Blanca cerca de las costas venezolanas. Desde septiembre, Trump ha reiterado que los ataques contra redes de narcotráfico “en tierra” podrían llegar “muy pronto”, una amenaza que incluye no solo a Venezuela y México, sino también a Colombia.

En medio de la escalada verbal, Trump confirmó además la incautación de un “gran” petrolero frente a las costas venezolanas, aunque no proporcionó detalles adicionales sobre la operación. La situación incrementa la incertidumbre en la región, donde persisten las tensiones políticas, diplomáticas y militares alrededor de la lucha contra el narcotráfico y la crisis venezolana.