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Tecnología que salva vidas: monitoreo de glucosa ayuda a reducir riesgos cardíacos en personas con diabetes

Estudios recientes liderados por Abbott revelan que el uso de tecnología de monitoreo continuo de glucosa, como el sistema FreeStyle Libre, se asocia con una notable reducción en el riesgo de hospitalizaciones por complicaciones cardíacas en personas que viven con diabetes tipo 1 y 2. Esta innovación está marcando un punto de inflexión en la forma en que se gestiona esta condición crónica.

Con cerca de 589 millones de personas afectadas por la diabetes a nivel global y una prevalencia del 8,4 % en Colombia —lo que representa unos tres millones de adultos— la necesidad de soluciones eficaces es urgente. En particular, los pacientes con diabetes tienen entre dos y cuatro veces más probabilidades de desarrollar enfermedades cardiovasculares, una de las principales causas de muerte en este grupo.

La tecnología de monitoreo continuo de glucosa (MCG) proporciona datos en tiempo real y minuto a minuto sobre los niveles de azúcar en la sangre. Esta información puede ser compartida con médicos y cuidadores, permitiendo decisiones más rápidas y acertadas sobre el tratamiento.

El estudio reveló que en pacientes con antecedentes de hipoglucemia severa, el uso de MCG redujo en un 78 % las hospitalizaciones por eventos cardiovasculares. En quienes no tenían antecedentes cardíacos, la reducción fue del 80 %, mientras que en pacientes con historial de enfermedades cardiovasculares, el riesgo disminuyó en un 49 %.

“Estos dispositivos permiten a las personas controlar de manera proactiva su diabetes y tomar decisiones de salud informadas gracias a una retroalimentación constante y precisa”, afirmó la Dra. Pilar Espinosa, gerente de Abbott para la línea de Cuidado de la Diabetes en Colombia.

Estos avances no solo impactan en la calidad de vida de los pacientes, sino que también pueden representar una significativa disminución en los costos del sistema de salud, al evitar complicaciones graves que derivan en hospitalizaciones.

Este hallazgo refuerza el papel clave de la tecnología médica en el manejo de enfermedades crónicas y en la prevención de sus complicaciones más severas, como lo son los eventos cardíacos.