Durante la madrugada del 28 de noviembre de 2024, Rusia ejecutó un nuevo ataque masivo contra el sistema eléctrico de Ucrania, empleando más de 90 misiles y un centenar de drones, algunos equipados con munición de racimo, según confirmó el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.
Zelenski calificó el ataque como “una escalada perversa de tácticas terroristas” y destacó que las municiones de racimo dificultan enormemente las reparaciones. Los misiles Kalibr, utilizados con frecuencia por Rusia, fueron los portadores de este tipo de armamento, diseñado para causar daños más extensos.
En las regiones occidentales de Ucrania, más de un millón de personas permanecen sin electricidad. Los cortes han afectado especialmente a Leópolis, donde 523,000 usuarios quedaron sin luz; Rivne, con 280,000 afectados; y Volinia, con 215,000. También se registraron interrupciones en Jersón, al sur, y Zhitómir, en el centro del país.
La Fuerza Aérea de Ucrania informó que las defensas lograron interceptar 79 misiles y 35 drones, mitigando el impacto del ataque. Sin embargo, las autoridades continúan trabajando para restablecer el suministro eléctrico en las zonas afectadas.
El presidente Zelenski agradeció a los equipos de emergencia y trabajadores del sector energético por sus esfuerzos y enfatizó la necesidad urgente de más sistemas de defensa aérea. “Cada ataque demuestra que estas defensas son vitales en Ucrania, no en almacenes de los aliados”, afirmó, mientras su gobierno acelera negociaciones con sus socios para fortalecer las capacidades antiaéreas del país.
Este es el undécimo ataque masivo contra la infraestructura eléctrica ucraniana desde marzo, en una estrategia que busca desestabilizar a la población civil durante el invierno.