La más reciente apuesta tributaria del Gobierno nacional se desplomó este martes en el Congreso, luego de que la Comisión Cuarta del Senado votara en contra del proyecto de ley de financiamiento. La iniciativa, que buscaba recaudar 16,3 billones de pesos para sostener el Presupuesto General de la Nación, recibió 9 votos negativos frente a solo 4 a favor, dejando sin piso la propuesta del Ejecutivo.

El hundimiento representa un nuevo revés para el Gobierno en materia fiscal, tras el fracaso de la reforma presentada en 2024, que pretendía conseguir 12 billones adicionales. Con este resultado, la administración deberá ahora buscar vías alternativas para cubrir el enorme faltante que deja la caída del proyecto.

El ministro de Hacienda, Germán Ávila, reconoció que el Gobierno debe evaluar “todas las opciones disponibles” para cumplir con las metas del Plan Nacional de Desarrollo y garantizar la financiación del Presupuesto del próximo año. No descartó medidas excepcionales y aseguró que la Casa de Nariño analizará a fondo cada herramienta legal y fiscal.

En medio del debate, volvió a tomar fuerza la versión de una posible emergencia económica para permitir decisiones vía decreto. Ávila no cerró la puerta, aunque sectores del Congreso lo consideran inviable. El senador Mauricio Gómez Amín señaló que la administración busca más recursos sin mejorar la ejecución presupuestal, mientras que la senadora Angélica Lozano recordó que una emergencia solo procede ante hechos imprevisibles, no frente al archivo de una ley, que es parte natural del trámite legislativo.

El desfinanciamiento preocupa, más aún cuando el Comité Autónomo de la Regla Fiscal estima un déficit superior al monto que intentaba recaudar la reforma. Desde el Congreso insisten en que el Ejecutivo debe optimizar el gasto, ejecutar los recursos disponibles y priorizar metas claras antes de pensar en medidas extraordinarias.

Con el archivo del proyecto también quedaron descartados varios ajustes al IVA que proponía el Gobierno. Entre ellos estaban incrementar al 19% el impuesto a licores como whisky, ron, vodka, vinos y aguardiente; aplicar la misma tarifa a juegos de azar en línea; subir el IVA para la mayoría de vehículos híbridos, y modificar el tratamiento de los envíos internacionales para que solo paquetes menores a 50 dólares quedaran exentos.

La caída de la reforma deja al Gobierno sin una de las columnas fiscales que había prometido para 2026 y abre un nuevo capítulo de incertidumbre sobre cómo sostendrá la ejecución presupuestal en los próximos meses.