La reforma política, que buscaba introducir cambios clave en el sistema electoral y político del país, se hundió este viernes en la plenaria del Senado por falta de quórum, en el último día de sesiones ordinarias. El proyecto necesitaba ser aprobado en su cuarto debate antes del 16 de diciembre para avanzar a una segunda vuelta en 2024.
La propuesta incluía medidas como la implementación de listas cerradas en elecciones, ajustes en la elección de los magistrados del Consejo Nacional Electoral (CNE) y la autorización del transfuguismo político, permitiendo a los congresistas cambiar de partido sin sanciones.
El ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, criticó fuertemente la decisión de la Mesa Directiva del Senado de ubicar el debate del proyecto en el octavo punto del orden del día, lo que imposibilitó su discusión tras más de siete horas de sesión.
“La Mesa Directiva puso el proyecto en octavo lugar y no permitió que siquiera se debatiera. Esto es una costumbre que debe revisarse. La reforma política es indispensable para el país y mi propuesta era que avanzara a segunda vuelta para discutirla con mayor profundidad en enero, convocando una mesa técnica con expertos y partidos políticos para buscar consensos”, manifestó Cristo.
Además, el ministro lamentó lo sucedido y afirmó que, en la práctica, la Mesa Directiva “asfixió” un proyecto necesario para el futuro del país: “Lo que pasó es lamentable. Esta reforma era indispensable y se quedó sin siquiera tener la oportunidad de debatirse a fondo”.
Por su parte, el presidente del Senado, Efraín Cepeda, respondió a las declaraciones del ministro y señaló que la responsabilidad no puede atribuirse únicamente a la Mesa Directiva. Cepeda aseguró que el proyecto llegó tarde y criticó las pretensiones del Gobierno.
“Siempre pasa lo mismo, hay que revisar primero lo propio. La reforma llegó tarde al Senado y no podíamos aceptar a ciegas una propuesta que venía de la Cámara de Representantes. Además, es necesario garantizar los votos para avanzar, y eso no ocurrió. Yo estuve presente y voté hasta el final, pero el quórum se rompió”, expresó Cepeda.
El hundimiento de esta reforma deja sin avance uno de los proyectos que el Gobierno consideraba clave para modernizar el sistema electoral y las dinámicas políticas del país. El fracaso en su aprobación supone un reto adicional para que, el próximo año, se logren los consensos necesarios que permitan su resurgimiento en un nuevo periodo legislativo.