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Red Summa impacta a más de 10.700 personas en Rafael Uribe y San Cristóbal con proyectos de desarrollo comunitario

Más de 10.700 personas de las localidades de Rafael Uribe Uribe y San Cristóbal han sido beneficiadas gracias a dos iniciativas lideradas por la organización Red Summa, enfocadas en el fortalecimiento del tejido social, la participación ciudadana y el empoderamiento comunitario.

Ambos territorios, con una población conjunta superior a los 780.000 habitantes, enfrentan desafíos estructurales relacionados con el acceso equitativo a la educación, oportunidades productivas y espacios de participación, especialmente entre mujeres cabeza de hogar, personas con discapacidad y víctimas del conflicto armado.

En respuesta a esta realidad, Red Summa diseñó e implementó dos proyectos sociales con enfoque territorial y diferencial. En Rafael Uribe, 5.373 personas participaron en procesos de formación dirigidos a organizaciones sociales, medios comunitarios y Juntas de Acción Comunal (JAC), con una participación destacada de mujeres, que representaron al menos el 50 % de los beneficiarios.

En la localidad de San Cristóbal, 5.348 personas fueron beneficiadas a través de actividades artísticas, jornadas formativas y orientación hacia iniciativas productivas. El objetivo principal fue fortalecer la gestión comunitaria y consolidar liderazgos ciudadanos que impulsen procesos de transformación sostenibles.

“La equidad de género fue un eje transversal en todas las actividades, logrando una participación activa de más del 45,5 % de mujeres, visibilizando sus liderazgos y empoderándolas en su rol como protagonistas del cambio”, destacó Red Summa.

La organización resaltó que estas acciones no solo responden a necesidades inmediatas, sino que buscan dejar capacidades instaladas, fomentar la relación entre ciudadanía e institucionalidad y promover soluciones adaptadas a las dinámicas de cada comunidad.

Con una metodología basada en pedagogía social, alianzas estratégicas y comunicación comunitaria, Red Summa reafirma su compromiso con una Bogotá más equitativa, participativa y resiliente, donde las comunidades sean agentes reales del cambio.