La plenaria de la Cámara de Representantes aprobó el polémico Código Electoral, que otorga «superpoderes peligrosos» a la Registraduría. Entre denuncias de un voto fantasma, el proyecto pasará ahora a conciliación y sanción presidencial, preparándose para regir las elecciones regionales de 2023 y futuras contiendas.
Desde el inicio, varios representantes manifestaron su oposición al documento, argumentando que contiene puntos inconstitucionales. Uno de los aspectos aprobados permitirá al registrador nacional designar registradores especiales, auxiliares y delegados regionales, lo que según Catherine Juvinao, del Partido Verde, «clienteliza y socava» el papel de la Registraduría.
El artículo que más controversia generó fue la implementación del «Voto electrónico mixto», un cambio sustancial en la contratación de software electoral y el uso de votos electrónicos. Esta medida ha despertado preocupaciones debido a la falta de preparación y seguridad del país en este ámbito.
La discusión fue tan intensa que incluso se reportaron «votos fantasmas» a favor del nuevo Código Electoral. Catherine Juvinao señaló que en la votación apareció un voto del representante Jorge Eliécer Salazar, del Partido de la U, a pesar de su ausencia en la plenaria.
Aunque el proyecto se encuentra cerca de la firma del presidente Gustavo Petro, quien ya ha expresado críticas hacia la propuesta, aún existe la posibilidad de que sea cuestionado ante la Corte Constitucional. Será esta instancia la encargada de determinar si el Código cumple con la ley o si se aprobó sin los requisitos mínimos necesarios.
