El presidente Gustavo Petro volvió a pronunciarse sobre el atentado sufrido por el senador Miguel Uribe Turbay, luego de que su defensa presentara una denuncia penal en su contra por presunto hostigamiento y discurso de odio. En su declaración más reciente, el mandatario rechazó de forma tajante cualquier insinuación de estar vinculado al hecho violento y advirtió que tomará acciones legales contra quienes lo calumnien.

“Ese muchacho que fue el autor material, aún no sabemos quiénes son los autores intelectuales. Por tanto, la investigación sigue. Ninguna hipótesis tiene que ver con este presidente”, expresó Petro, desmarcándose de las versiones que lo relacionan con el crimen. El jefe de Estado insistió en que no puede permitirse que se utilice un hecho lamentable con fines políticos.

El mandatario reveló que ya solicitó iniciar un proceso penal contra quienes lo han señalado sin pruebas: “Pedí que se denuncie penalmente al calumniador que anda por ahí. Es la investigación la que tiene que hablar, no el presidente. Ya me regañaron por eso”, indicó, en alusión a llamados de atención que habría recibido por pronunciarse sobre un proceso en curso.

En su intervención, Petro también lanzó una crítica a las prácticas del pasado, asegurando que en otros gobiernos se eliminaba a los sicarios para evitar que revelaran a los autores intelectuales de los crímenes. Aunque no dio nombres, el presidente insinuó que este tipo de estrategias buscaban encubrir responsabilidades de alto nivel.

La tensión política ha escalado en los últimos días tras la denuncia presentada por el abogado Víctor Mosquera, representante legal de Miguel Uribe, quien acusa al presidente de haber generado un ambiente hostil con más de 40 publicaciones en redes sociales que, según él, estigmatizaron al senador y pudieron haber contribuido al atentado.

La controversia continúa mientras avanza la investigación de las autoridades, y el país sigue a la espera de que se esclarezca quiénes fueron los autores intelectuales del ataque, en medio de un clima político marcado por el cruce de acusaciones, denuncias y la creciente polarización.