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Papa Francisco sigue en estado reservado mientras avanza su recuperación en el hospital Gemelli

Han pasado tres semanas desde que el Papa Francisco, de 88 años, fue hospitalizado en el Policlínico Gemelli de Roma debido a una grave neumonía bilateral, una condición que ha complicado su ya frágil estado de salud. Aunque su evolución ha mostrado algunas señales de estabilidad, el Vaticano ha sido cauteloso al confirmar su pronóstico, asegurando que sigue siendo reservado.

Un proceso de recuperación incierto

Expertos en enfermedades respiratorias han advertido que la recuperación del Papa podría tomar varias semanas e, incluso, meses. Christoph Lange, secretario general de la Unión Internacional Contra la Tuberculosis y las Enfermedades Respiratorias, destacó que este tipo de neumonía representa un desafío importante, especialmente en personas de edad avanzada con antecedentes respiratorios.

“He visto pacientes en situaciones similares permanecer hospitalizados durante meses. Aunque hay posibilidad de recuperación, las probabilidades de complicaciones siguen siendo altas”, explicó Lange.

Desde su ingreso el 14 de febrero, el Vaticano ha adoptado una postura más transparente en cuanto a su estado de salud, publicando boletines médicos diarios. Sin embargo, el último informe indicó que, debido a la estabilidad del pontífice, se omitiría el reporte del viernes, con una próxima actualización programada para el sábado.

El estado del Papa Francisco

🔹 Episodios de disnea: La Santa Sede confirmó que el Papa sufrió un nuevo episodio de dificultad respiratoria el 3 de marzo, provocado por acumulación de mucosidad en los pulmones. Desde entonces, no ha vuelto a experimentar crisis similares. 🔹 Uso de oxígeno: Desde hace dos semanas, el pontífice ha necesitado oxígeno suplementario constante, administrado a través de una máscara o una cánula nasal de alto flujo. 🔹 Terapia respiratoria y fisioterapia: Desde el 26 de febrero, Francisco recibe sesiones diarias para mejorar su función pulmonar y contrarrestar la pérdida de masa muscular provocada por la inmovilidad prolongada. 🔹 Análisis clínicos estables: No ha registrado fiebre desde el 14 de febrero y sus análisis de sangre no han mostrado variaciones significativas.

A pesar de estos avances, médicos del hospital han señalado que la falta de mejoría significativa después de tres semanas de tratamiento intensivo es una señal preocupante. Se ha evaluado la posibilidad de recurrir a medidas más invasivas, como la intubación, en caso de que su estado se deteriore.

Decisiones médicas y el futuro del pontífice

El Vaticano no ha confirmado si el Papa Francisco ha expresado preferencias sobre el nivel de tratamiento que estaría dispuesto a recibir en caso de una crisis severa. En 2017, en un discurso ante la Asociación Médica Mundial, el pontífice manifestó que en ciertos casos es moralmente legítimo evitar tratamientos desproporcionados, en línea con la enseñanza de la Iglesia Católica sobre los cuidados paliativos.

Mientras tanto, el mundo católico sigue en vigilia por su recuperación, a la espera de que Francisco pueda retomar sus actividades. Su prolongada hospitalización, la más larga de su papado, ha reabierto el debate sobre la sucesión en la Iglesia, recordando que incluso sus líderes más venerados no escapan a los límites de la condición humana.