El trágico asesinato de la familia Lora Rincón en Aguachica, Cesar, ocurrido el pasado 29 de diciembre en el restaurante ‘Sorbetes y Jugos’, continúa generando conmoción y nuevas revelaciones. Entre las últimas hipótesis, se plantea que uno de los sicarios habría asistido previamente al servicio religioso en la Iglesia Príncipe de Paz, en el barrio Villa Paraguay, donde el pastor Marlon Yamith Lora Barrera, su esposa Yurlay Rincón Solano y sus hijos Ángela Natalia y Santiago participaban activamente.
¿Un sicario entre los feligreses?
Según testigos y fuentes locales, el hombre que perpetró el ataque habría estado presente en el culto dominical. Durante el servicio, la pastora Yurlay Rincón dirigió una intervención, seguida de un canto a cargo de Ángela Natalia, antes de que el pastor Lora pronunciara su sermón.
Aproximadamente a las 11:00 a. m., cuando finalizó el servicio, la familia se dirigió al restaurante ubicado a pocas cuadras de la iglesia. Las primeras investigaciones indican que una motocicleta de mediano cilindraje, estacionada frente al templo, habría seguido a los Lora hasta el restaurante. Otra moto, que transportaba al pistolero, se unió al ataque, y ambos vehículos tomaron diferentes rutas tras la masacre.
Detalles de la escena del crimen
En el lugar, los investigadores encontraron a los padres con heridas mortales en el pecho, aún sentados en una mesa exterior del restaurante, mientras Ángela Natalia cayó al suelo tras recibir un disparo fatal. Santiago, el hijo menor, sobrevivió al ataque, aunque su estado de salud sigue siendo crítico.
La Policía ha obtenido imágenes de cámaras de seguridad que muestran a uno de los sicarios, lo que podría ser clave para identificarlo.
Hipótesis sobre el móvil del crimen
Inicialmente se manejó la posibilidad de un ataque por error, pero los indicios apuntan a que los sicarios tenían como objetivo claro a la familia Lora Rincón.
Una de las líneas de investigación sugiere que el pastor Lora pudo haber sido víctima de extorsiones por parte de estructuras criminales que operan en la región. No obstante, el pastor Bedel Sangregorio Torres, representante del Concilio Iglesias Bíblicas Misioneras, afirmó que Lora nunca mencionó haber recibido amenazas.
Demora en la reacción policial
Otra polémica en torno al caso es la supuesta demora en la reacción de la Policía, a pesar de la cercanía de una estación al lugar de los hechos. Las autoridades han iniciado investigaciones internas para esclarecer este aspecto.
Avances en la investigación
Por ahora, la Policía trabaja en confirmar si los responsables eran sicarios provenientes de municipios vecinos y en determinar sus conexiones con posibles redes criminales. También se están verificando las versiones de que uno de los atacantes se habría infiltrado en la iglesia para conocer los movimientos de la familia.
Mientras tanto, la comunidad de Aguachica sigue consternada y en duelo por la pérdida de esta familia reconocida por su labor religiosa. Las autoridades han ofrecido una recompensa de hasta 50 millones de pesos por información que conduzca a la captura de los responsables.
Un llamado a la justicia
Este lamentable hecho pone en evidencia los riesgos que enfrentan líderes comunitarios y religiosos en zonas afectadas por la violencia. La comunidad espera que se haga justicia y que este crimen no quede impune.