La congresista republicana María Elvira Salazar encendió el debate político al asegurar, durante una entrevista con Fox News, que el presidente estadounidense Donald Trump sostuvo una conversación directa con Nicolás Maduro en la que le planteó una posible salida negociada. La revelación surge en un momento de creciente presión diplomática y militar sobre Venezuela, y abre interrogantes sobre el alcance real de las gestiones de Washington en la crisis.
De acuerdo con Salazar, la propuesta se enmarca en una estrategia más amplia del gobierno estadounidense para modificar el panorama geopolítico en América Latina. La legisladora afirmó que Maduro estaría prácticamente “atrapado en Caracas”, asegurando que “los cubanos que manejan el aparato represivo podrían matarlo antes de que intente huir”, reflejando un escenario de aislamiento interno para el líder venezolano.
Salazar también calificó el momento actual como “histórico para la región” y reiteró que Estados Unidos estaría impulsando una ofensiva para frenar la influencia de China, Irán, Rusia y el narcotráfico en el continente.
Hasta ahora, la Casa Blanca no ha confirmado los detalles de esa llamada ni el contenido de la supuesta propuesta. Tampoco el gobierno venezolano ha emitido reacción oficial. Sin embargo, el señalamiento se suma a una cadena de tensiones marcadas por advertencias militares, acusaciones cruzadas y un deterioro acelerado de las relaciones entre ambos países.
Venezuela acusa a Estados Unidos ante la OPEP++
Horas después de las declaraciones de Salazar, el gobierno de Nicolás Maduro elevó una denuncia formal ante la alianza OPEP++, durante su segunda conferencia ministerial del 2025. En una carta firmada por el propio Maduro y divulgada por la vicepresidenta Delcy Rodríguez, Venezuela acusó a Estados Unidos de pretender adueñarse de sus reservas petroleras mediante un despliegue militar en el mar Caribe bajo el argumento de combatir el narcotráfico.
El documento sostiene que esta presunta intención “contraviene la convivencia pacífica entre naciones” y pone en riesgo la estabilidad del mercado petrolero internacional. El Ejecutivo venezolano afirmó que no cederá ante “chantajes ni amenazas” y pidió apoyo al secretario general de la OPEP+, Haitham Al Ghais, así como al resto de países miembros, para frenar lo que considera una agresión en escalada.
El señalamiento llega en momentos de máxima tensión geopolítica, justo cuando el Caribe se convierte nuevamente en epicentro de movimientos militares y disputas energéticas que podrían redefinir la dinámica regional.


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