Lo que comenzó como una apuesta por acercarse a la comunidad, hoy es una red sólida de líderes sociales comprometidos con mejorar su entorno. La Red de Apoyo Triple A, un modelo participativo impulsado por la empresa de servicios públicos, se ha convertido en un referente de colaboración ciudadana en el Caribe colombiano. Más de 100 líderes comunitarios hacen parte activa de esta iniciativa que ha logrado no solo optimizar la prestación del servicio de agua y saneamiento, sino también modificar comportamientos clave en el consumo responsable y la gestión ambiental.

Verena Ahumada Sanjuan, líder comunal del barrio Costa Azul en Puerto Colombia, es una de las voces que respaldan con entusiasmo este modelo. Con 30 años de experiencia sirviendo a su comunidad, asegura que por primera vez se siente verdaderamente escuchada. “El servicio de agua ha mejorado sustancialmente. Hoy no solo puedo reportar lo que ocurre en mi barrio, sino también ser parte de la solución”, comenta con satisfacción”.

El modelo de la Red de Apoyo promueve una comunicación bidireccional entre la empresa y la ciudadanía. Gracias a esta estrategia, se ha reforzado la gobernanza corporativa, generando mayor transparencia, empatía y corresponsabilidad en la prestación de servicios.

Entre los hitos alcanzados por la Red destacan:

• 13 canales digitales habilitados para mejorar el flujo de información entre empresa y comunidad.

• 10 Encuentros de Líderes, donde se comparten ideas y se toman decisiones conjuntas.

• 48 proyectos sociales ejecutados en zonas operativas que han generado impacto directo en el bienestar colectivo.

• 2186 horas de formación dedicadas al fortalecimiento personal y técnico de los líderes y vocales de control.

Además, la empresa ha dotado a las comunidades con herramientas tecnológicas como celulares y computadores para mejorar su capacidad de gestión y monitoreo.

La Red de Apoyo cuenta también con alianzas clave: Juntas de Acción Comunal, personerías municipales, ediles, vocales de control y secretarías locales, que trabajan de forma articulada para garantizar el buen funcionamiento del sistema y elevar la calidad de vida en cada territorio. Gracias a esta estrategia, Triple A no solo presta un servicio: teje vínculos con las comunidades, potencia liderazgos y construye un modelo de servicio público centrado en las personas.