La Catedral de Sal continúa ampliando su reconocimiento internacional al consolidarse como un escenario único para la realización de eventos culturales, religiosos, empresariales y sociales, a 180 metros bajo tierra.
En los últimos años, el templo subterráneo considerado la Primera Maravilla de Colombia ha recibido actividades de gran impacto, entre ellas conciertos de la Orquesta Filarmónica de Bogotá, presentaciones de artistas como Andrés Cepeda, competencias deportivas y eventos promovidos por marcas internacionales. Su imponente arquitectura y una infraestructura adaptada a distintos formatos han posicionado a Zipaquirá en el mapa global como un destino exclusivo para el turismo de eventos.
El Parque de la Sal también se ha adecuado para acoger desde bodas y celebraciones familiares hasta congresos, activaciones de marca y ceremonias institucionales, todo bajo estrictos estándares de seguridad y calidad. Cada experiencia combina arte, historia y naturaleza, ofreciendo a los visitantes un entorno inolvidable.
Ubicada a solo 29 kilómetros de Bogotá, la Catedral no solo es un atractivo religioso y patrimonial, sino que se ha convertido en un motor para la economía local gracias al turismo de eventos.
“Nuestra Catedral de Sal cuenta con escenarios únicos que han acogido marcas internacionales y producciones culturales de gran escala. Esto nos permite proyectar la Primera Maravilla de Colombia como un referente mundial para el desarrollo de eventos”, afirmó Yenny Páez, gerente de la Catedral de Sal.
Más allá de su importancia espiritual y turística, la Catedral de Sal avanza en la diversificación de su oferta, consolidándose como un espacio donde el patrimonio cultural evoluciona y se transforma en experiencias colectivas y memorables.