Una profunda conmoción ha generado el asesinato de Keren Martínez Ballesteros, una joven barranquillera de 28 años cuyo cuerpo fue hallado sin vida el pasado 18 de junio en un campo abierto ubicado en Cashion Road con Carriage Lane, al norte del condado de Wichita, Texas (EE.UU.).
Martínez había sido reportada como desaparecida un día antes por una amiga cercana. Las autoridades de Wichita Falls confirmaron que la víctima vestía un traje blanco y presentaba una herida de escopeta en el pecho. En el lugar de los hechos también fue encontrado un cartucho de escopeta enredado entre su ropa, lo que fortaleció la hipótesis de un homicidio.
El principal sospechoso del crimen es Matison Jonathan Preville Jr., un joven de 20 años que fue pareja sentimental de Keren. Actualmente se encuentra detenido en la cárcel del condado de Wichita, con una fianza impuesta de un millón de dólares. Según el testimonio de una amiga de la víctima, el hombre era una figura tóxica en su vida y presuntamente ejercía abuso sobre ella.
Preville Jr. declaró que no veía a Keren desde el 12 de junio, cuando habrían compartido un rato juntos en su apartamento. Sin embargo, las imágenes captadas por cámaras de seguridad muestran que el 14 de junio recogió a la joven en su camioneta, contradiciendo su versión inicial. Además, los registros del teléfono celular de Keren revelan que su ubicación coincidía con los desplazamientos del vehículo de Preville antes de detenerse en el sitio donde fue encontrada muerta.
La Policía de Wichita Falls continúa adelantando la investigación con el fin de recolectar más pruebas que permitan esclarecer este feminicidio y establecer formalmente la responsabilidad penal del sospechoso.
El caso ha generado indignación tanto en Texas como en Colombia, donde familiares y allegados de la víctima exigen justicia.